― Su cumpleaños fue hace dos semanas, no es para tanto.
Esa voz claramente es la de mi madre.
Me saco los audífonos para escuchar más claramente de lo que están hablando.
Para nuestra mala suerte, más la mía, la voz de mis padres era muy fuerte, tanto, que los vecinos chismosos se enteran de nuestras peleas semanales.
― Se que ya paso, y no sería para tanto si Jihyo me contestara las llamadas.
Oh joder, va a empezar con lo mismo.
¿Por qué se comporta así cada año en la misma fecha?
Claro que sé el motivo, de tan solo pensarlo mi estómago se retuerce y mis manos se vuelven puños, haciéndose notar mis venas.
Busco las llaves en mis bolsillos, trato de no hacerlas sonar contra si para no alertarlos de que estoy aquí, escuchándolo todo.
«Aunque todos los años conversen de la misma estupidez.»
― ¿Vas a seguir insistiéndole? Sabes que ella nunca contesta las llamadas.
Muevo mi mano hacia la derecha, haciendo que el seguro se quite, permitiéndome entrar.
Doy mis primeros pasos despacio, volteando sobre mi propio eje para cerrar la puerta, ruego a los cielos que los viejos engranajes no suenen hoy.
«Si permites que no suenen, hoy mismo les echaré aceite»
― Lo sé, la conozco, estuve casado con ella Wendy. ― El suspiro de mi padre resuena por lo bajo, suena que algo duro ha sido golpeado, lo más seguro es que sea la mesa. ― Pero al menos en su cumpleaños contestaba, decía que el niño estaba bien, que le daría mis saludos. Dios, solo espero que al menos una vez lo haya hecho.
― Yo creo que no. ― Contesta mi madre. ― Te odia, no, nos odia a todos nosotros. ― Se burla un poco meneando su cabeza hacia los lados.
Y mi madre no se equivocaba, tenía razón.
Claro que nos odia, pongo mis manos al fuego para asegurar que Jimin nunca recibido un saludo de cumpleaños de mi padre.
Hilarante.
― Puede tener las razones que quiera, puede odiarnos si quiere. Pero eso no quita que Jimin sea mi hijo, y que yo sea su padre.
Lo que dice me hierve la sangre.
¿Su hijo? ¿Sigue usando ese término para referirse a ese idiota?
Nunca lo ha visto, al menos no cara a cara, ni siquiera convivido con él.
No es más que un extraño para Jimin, yo si soy su hijo legítimo, al que vio nacer, con quién estuvo con él desde pequeño; más a quien abandonó por dos años para casarse con la bruja de Jihyo.
Mi mamá muchas veces me contaba que a veces balbuceaba cosas como "papá se aburrió de mí." "Se ha ido por qué no he tomado la sopa. ¿Verdad?"
Nos había abandonado por esa linda y misteriosa mujer de la "iglesia" de la que mamá solía quejarse hasta terminar llorando.
Cuando volvió a visitarnos mi madre fue la más feliz, juraba que nunca volvería con él, que jamás podría volver con alguien que la dejó con un pequeño en brazos, mucha labia para su poca convicción.
Yo era el niño más feliz, no lo puedo negar.
Papá era mi héroe, había vuelto para salvarnos, iba a quedarse, iba a volver a ser el niño de sus ojos, su único hijo. ¿Verdad?... ¿Verdad?
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Right Now • Yoonmin
Fiksi PenggemarPark Jimin siempre tuvo la certeza de que había venido a este mundo para sufrir, y ¿quién podía decir lo contrario? Si solo había traído a su vida malos recuerdos por parte de los que alguna vez lo hicieron parte de la comunidad mormona. Todos le di...