Coffe girl

Las adicciones son eso: adicciones. Nunca sabemos si nos hacen bien o nos hacen mal por la falta de autocontrol que estas producen. Quizás cuando entramos en conciencia de que dependemos de algo o alguien es tan tarde que solo vemos sus efectos positivos en nosotros, a causa de la consecuencia temporal del placer. Sí, Esa palabra es clave: Temporal.

Créeme que si fuese alguien egoísta dejaría que te quedases a mi lado, sin importar que; sin importar si te lastimo. Así que prométeme eso, que si en algún momento te lastimo te vas a alejar de mi para siempre, si no eres capaz de prometerme eso; te lo juro, me iré sin dejar pista de que alguna vez existí.

Sé que me vas a destruir, vas a aprovecharte de que me encantas para ni siquiera dejar pista de quien era yo antes de ver esos encantadores, pero letales ojos. Sí; estoy consciente de eso y no creas que soy tan estúpido, pero me pregunto a mí mismo ¿Hay algo que yo pueda hacer? ¿Algo para resistirme a esos encantadores y rosas labios que me enloquecen con solo tenerlos cerca? Sabes muy bien la respuesta, en tu mente surge aquella interrogante cada noche y te vas a dormir plácidamente al obtener la respuesta en un mínimo intento de intentar buscarlo.

Lo sabes, y me encanta, me encanta que tomes el control sobre mí y que sigas creyendo que soy un completo estúpido, pero dime, ¿Hay algo más que yo pueda hacer? No creas que no lo he intentado, que no he intentado contenerme frente a ese tierno rostro del cual aseguro no ser el primero que haya caído en su comprometedor encanto.