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Rayco Prentice:

Supongo que cuando me baje de ese avión hoy en la mañana me imaginaba algo muy diferente a la situación en la que ahora toda la casa se encontraba. 

Supongo que había imaginado que Nau llegaría con Melanie, me vería al entrar y ambos nos abrazariamos después de tantos años sin poder hacerlo. 

O tal vez me escondería en algún lugar de la casa y saltaría a asustarlo cuando llegue como cuando eramos crios. 

Había imaginado muchas situaciones, todas ellas con un final feliz, pero en ninguna de esas situaciones mi hermano sollozaba en su habitación sin siquiera saber que yo había llegado y por el rostro decepcionado de la abuela ella tampoco se lo esperaba.

Había tomado su celular luego de que la abuela lo dejara en la mesa del comedor, este tenía en las notificaciones de su celular un mensaje de WhatsApp que decía lo siguiente:

Keith<3:
Olvida nuestra cita de hoy, eres feo. No quiero volver a verte. 

Casi quise reírme por el mensaje tan infantil y me puse a pensar si realmente una chica de dieciséis había escrito eso. 

¿Un adolecente era tan estupidoncon sus palabras? Era probable, pero Keith sonaba mucho más madura saliendo de la boca de Nau. 

Suspire ¿Eso había provocado en Nau un arranque violento contra su celular? Tal vez mi hermano estaba peor de lo que la abuela predecía. 

Negué con la cabeza antes de entrar a las llamadas de emergencia de su celular donde el número de la abuela y Mel figuraban como predeterminados.

La llamé varias veces desde el celular de Nau, pero la chica no contestó y por un momento me sentí incómodo por molestarla ¿Y si estaba ocupada?

Ella no era la psicóloga de Nau, no debería estarla molestando por él. 

Mire el celular unos segundos pensando si debía volver a llamarla o no antes de tomar mi celular. 

Tal vez habían peleado. 

Mire el techo unos segundos y le marque a llamar sin mirar. 

No respondió así que dejé mi celular en la mesa frente a mí donde esté volvió a marcarse por el rose de mi mano.

Números marcando el tiempo de llamada aparecieron y contuve la respiración unos segundos.

-¿Hola?- La escucho murmurar cuando llevo el celular a mi oído. No sabía si ella hablaba así, pero sonaba un poco apagada.

Cerré los ojos arrepintiéndome de haber sido tan insistente. ¿Y si era un mal momento?

-¿Melanie? Siento las molestias, soy Rayco.- Dije rascándome la nuca. Estaba un poco incómodo, nunca habíamos sido realmente amigos así que hablarle ahora de la nada era... raro.

Más aún cuando había sido un pesado.

Ella tardó un rato en seguir hablando. -¿Prentice?- En su voz se escuchaba toda la duda y a la vez la vergüenza. 

Era obvio que iba a preguntar pues hace años que yo no pisaba Tenerife, claro que iba a ser raro para ella.

-Si, el mismo.- Conteste apoyándome en el sillón dándome un tiempo para pensar qué diría ahora. -Lo siento, no quería llamarte, pero intente llamarte del celular de mi hermano y no contestabas, pasa que...- Su voz confundida me corta lo que estaba diciendo. 

-¿Estas con Nau?- Sonaba tan asombrada que me hizo sonreír.-¿Estás en Tenerife?- Aleje un poco el celular para poder reirme ¿por qué la llamaría sino? ¿Cómo conseguiría su número? Para cuando devolví el celular a mi oído estaba hablando otra vez. -¡Oh, lo siento! Perdoname, no quise...- Decidí interrumpirla. Ella ya lo había hecho conmigo.

¿Llegarías a amarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora