— ¿Qué? —pregunte una vez que ya estaba en pie, pero no me atreví a mirarla, mis ojos se desviaban por cualquier objeto de la casa y ella lo notaba, se acerco a mi cuerpo y me tomo de las mejillas para que la mirara a los ojos.
—¿Qué hiciste? —pregunto como si no fuera obvio que rompí cada cristal, cada cuadro de foto y cada momento en el que fuimos felices.
Entonces llore porque mi corazón necesitaba soltar lagrimas enfrente de sus ojos, para que notara que yo si era humana y que todo lo que estaba haciendo en verdad me lastimaba, necesitaba que se diera cuenta que las acciones que ella hacía, a mí me perjudicaban. Me envolvió en sus brazos, el aroma de su piel a durazno, me aferro a su cuerpo con tal fuerza que sentí que me estaba uniendo de nuevo y no, no era así, solo estaba haciéndome sentir lo que necesitaba en ese momento. Su respiración chocaba con mi nuca, su pecho subía y bajaba, pero mi dolor no podía dejar de existir.
No quería perderla.
Y creo que fue ese sentimiento el que me impidió preguntarle todo lo que quería preguntarle, necesitaba sus respuestas, pero me di cuenta que ante ella me he vuelto tan débil, que si quiere seguir rompiendo mi corazón estará bien, no tenia la voluntad para acabar con aquello.
— Si que me diste una gran golpiza anoche. —musito en susurro, me separe de ella desconcertada y se me quedo mirando a los ojos. Me señalo su mejilla, tenía marcada la palma de mi mano, cuatro dedos que encajaban con mi mano, las tonalidades rojas y moradas se notaban demasiado. Ojalá le quede de por vida para que se acuerde de mí.
—Lo siento... —Susurre y deslice mis dedos por el contorno de la marca.
—No importa, ¿Estas bien? —pregunto quitando la lagrima que había salido de mi lagrimal.
—Si... —conteste y deje de mirarla para recostar mi cabeza en su pecho, cerré los ojos y permití que su perfume me invada el alma.
Lo peor de esta situación es que no recrimine, ni pregunte porque su acto de mentira y engaño. Deje que pasara, no se si fue para ver hasta dónde podía llegar o simplemente porque mi cobardía es mucho mas grande y con solo pensar que esto se iba a terminar me destruía.
—Dime que me amas. —Le pedí separándome de sus brazos, pero aprisionando su cuello entre mis manos para acercarla a mi cara. Sus ojos desentendidos me miraron confundida, necesitaba oírlo, aunque fuera mentira, necesitaba que Wilhemina me diga que me ama y eso me daría impulsos para seguir con esta bella y desastrosa mentira.
—Te amo. —Susurraron sus labios, pero no fue suficiente, el dolor en mi pecho subsistía y me acerque para besarla, enredarme en sus labios podría desconectarme el resto del día, del mes o quizás del año.
Me arrodille para manipular la tierra del suelo, mi jefe había decidió que estaría bueno poner algunas florecillas en la entrada, así atraería gente y no creo que funcione así, pero no le recrimine nada y como no tenia nada que hacer me mando a que lo hiciera yo. El sol estaba que ardía, mi visera cubría una parte de mi cara, pero no lo suficiente, mis manos estaban llenas de tierra y la transpiración hacia que se pegara mas a mi piel.
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Más Allá De Nosotras
ФанфикEn una sola mirada, todo cambió. Ese bastón, al principio percibido como odioso, se convirtió en el hilo que tejía nuestro hechizo de amor. Puede sonar increíble, pero cuando nuestras manos se tocaban, el cielo y el infierno danzaban en sincronía. F...