Capítulo 8: Te Invito A Una Cita

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Reynaldo.

Confirmar que ella fue la chica que vi en la fiesta de Dylan fue bueno, pero encontrarla en la cafetería ese día fue estupendo, aunque saber que él y ella fueron novios me sentó un sabor amargo, el que ella me aclarara que ahora solo son amigos fue lo mejor de esa noche.

Estudiamos en la misma universidad, comemos en la misma mesa, aunque ella siempre está sentada al lado de una de sus locas amigas o de Marcos, y juro que no sé porque me molesta que ellos tengan esa confianza y familiaridad entre ellos dos, no hay un instante donde no se estén riendo o haciéndose pucheros entre ellos y es como si a su alrededor de creará una burbuja y nadie pudiera entrar. Por eso la hice molestar la noche de juegos, incluso me hecho de su casa. ¡Educadamente, pero me hecho!

Aunque al final termine besándola y es que joder, pero no puedo estar cerca de ella sin querer besarla, desde aquella vez en lo de su tía no puedo parar de pensar en cómo se sintió besarla y el que ella me respondiera sin conocerme fue más excitante aún.

Llegó a la cafetería y como siempre están sentados todos juntos, ella está ahí de espaldas a mí, aprovecho y me siento a su lado ya que no hay nadie.

—Hola— dice cuando se voltea y me ve.

—Hola preciosa— le digo y sonríe.

Va a hablar, pero Marcos llega sentándose al otro lado de ella.

—Hola mi amor bello— le dice mientras la abraza y yo aprieto los puños bajo la mesa.

—Hola vida mía— le responde ella y eso me hace enojar más.

—Te extrañe está mañana— sigue hablando él, destapó mi coca cola y doy un trago —¿Cuándo volverás a las prácticas?.

—Uuiii, ¿Quieres que me levanté más temprano que de costumbre?—dice ella mientras le roba algunas papas fritas.

—¡Antes lo hacías, no veo cuál sería el problema ahora y deja mis papas!— exclama él alejando su bandeja de ella.

Recojo mis cosas dispuesto a irme cuando voltea hacia mí.

—¿Te vas ya?.

—Si, tengo algunos apuntes que hacer y clases con las que ponerme al día— digo poniéndome de pie —Hablamos después Carolina.

—Hablamos después Reynaldo.

Salgo de la cafetería y voy directo a la biblioteca, ya que se me quitó el hambre aprovecharé para ponerme al día de una vez por todas.

*****
Terminó mis clases, voy caminando al estacionamiento cuando veo a Carolina despedirse de unas chicas y caminar para el mismo lugar, así que la alcanzó y al llegar a ella la saludo.

—Hola Caro— digo y me mira.

—Que raro se escucha que me digas así— dice ella mientras se ríe —Hola Rey.

—¿Vas a tu casa?— pregunto mientras caminamos.

—No, hoy me toca trabajar— dice.

Ella se detiene y mira por todo el estacionamiento para después sacar su celular, marcar un número y llevárselo a la oreja.

—¿Se puede saber dónde estás?— demanda ella a la otra persona para luego agrandar sus ojos con sorpresa —¿Pero que? ¡Mierda Esther!— sigue escuchando y luego cuelga muy enojada.

—¿Pasó algo?— le pregunto cuando me mira.

—¡La muy hija de su madre se a largado sin mí! ¿Y sabes por qué?— pregunta pero no me deja contestar— ¡Porque tiene una cita! ¡Me dejó tirada porque tiene una maldita cita!— comienza a dar vueltas por el estacionamiento y yo quiero reírme, pero no lo hago. En un momento se detiene de golpe y viene hasta a mí.

Me Enamoré De Mi Mejor Amigo (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora