Félix (Chat Blanc Secuela)

Capítulo 13

Después de la obra de teatro, que he de agregar, fue una verdadera tortura para mí, decidimos visitar un pequeño restaurante de pizzas que estaba en el centro.

El lugar tenía una sensación hogareña que yo tanto apreciaba y que normalmente en mi hogar no se sentía.
Mi padre falleció hace ya algunos años y mi vida cambio por completo, en las comidas casi siempre estaba solo así que, una reunión familiar no concordaba con el frío comedor.

La chimenea iluminaba el lugar en un extraordinario anaranjado y los manteles de cuadros rojos con blancos adornaban las mesas.

La pizza de peperoni estaba a mitad de la mesa con ya solo unos pocos trozos y la caja del juego de mesa estaba justo a un lado.

Cada uno de nosotros tenía una diadema con la tarjeta que se tenía que describir, algo divertido para ellas pero no para mí.

–Yo voy a apostar mi delicioso brownie de chocolate– contesto Bridgette con entusiasmo, retándome con la mirada mientras daba un sorbo a su malteada de fresa.–Por que estoy muy segura que les ganaré.

–Yo apostaré mi helado entonces–nos decía Sophie entre risas mientras se colocaba su tarjeta con la palabra reloj en su diadema roja.

–Yo no lo se–agregué con inseguridad.

–Solo apuesta tu tartaleta–contesto Bridgette mientras colocaba mi delicioso postre de frutas en el centro de mesa.

–No, no, no –volví acercar mi plato hacia mí cuando escuché las risas divertidas.

–¿Tanto miedo tienes a perder?

–No estoy seguro de que sea buena idea, si gana Sophie tanta azúcar hará que tenga un coma diabético.

–Me dejan comer muchos dulces en casa–contesto Sophie con orgullo. Ella era tan transparente que creía ya podía distinguir cuando mentía, una pequeña marca entre sus cejas aparecía cuando no estaba segura de lo que hablaba.

Hoy era una de esas ocasiones.

El juego continuó y como era de esperarse, Bridgette la dejaba ganar igual que los anteriores. Sophie con gran triunfo arrastró los postres hacia ella ante la mirada de las meseras que no dejaban de vernos divertidas.

–No, me rehusó. Tenemos que repetirlo–Dije con enfado mientras recogía otra carta de la caja.

–Gane justamente.

–Claramente fue una unión de ustedes dos para atacarme, así que exijo mi tartaleta.

–Si la quieres, te va a costar –Me reto la niña con la mirada, yo saqué la cartera de mi bolsillo, resignado a volver a pagar por ella.

Sé que sonaba algo extremo, pero esa tartaleta era la mejor que había probado antes y era el último trozo que quedaba en el restaurante, no lo iba a perder.

–Dime tu precio pulga–Dije con la mayor seriedad posible, intentando imitar aquellas películas antiguas de gánster que veía mi padre.

–No voy a querer dinero–esa expresión me confundió, Bridgette no dejaba de observarnos con alegría.

–Wow, definitivamente son familia–dijo Bridgette al prestarnos absoluta atención.
Sophie me miraba retadora con esos ojos verdes, tan poderosos a pesar de traer ese antifaz sin embargo algo que me llamo la atención era ese gesto que hacía con sus labios, una especie de puchero que me parecía familiar.

No recordaba en donde lo había visto antes pero sin duda lo había hecho.

Tal vez ya la conocía, es decir su identidad civil.
Mi mente intentaba recordar cualquier niña que se había atravesado por mi existencia pero no llegaba a una conclusión.