Sueño profundo

Trampas de la mente

Pov sin nombre

Es hora de terminar lo que comencé.

Pov Luhan

Todo andaba bien hasta hace unas semanas, Sehun y yo nos volvimos muy buenos "amigos", empecé a caminar, doy pequeños pasos pero significativos para mi vida, me alimento bien y me siento mas fuerte pero aún pienso que no estoy enfocado en lo más importante, nadie me quiere ayudar a recuperar la memoria, mi pasado está en blanco y quiero acordarme de todo, siento que perdí parte de mi vida pasada, ya no se quien soy, necesito ayuda y se que en este hospital no me la pueden dar.

Hoy llegó un amigo de mi vida pasada, llamó al teléfono muy emocionado de verme, él estaba viajando, había ido a Japón para participar en artes marciales, él no sabía que yo estuvé en coma 3 años.

Apenas vi el rostro de mi compañero llamado Huang Zi Tao me emocioné, él tenía una sonrisa un tanto estúpida pero que me producía emoción, me abrazó, apretó mi mano y despeinó mí cabello. De pronto mi ritmo cardiaco subió mucho y me desmayé. Ese desmayo me produjo un temor extremo, sentía miedo, mucho miedo, escuchaba las voces de los doctores tratando de reanimarme y entre todo ese ruido me sumergí entre mis pensamientos mas profundos, me veía nadando hacia ellos, cuando por fin llegué tenía la clave para recuperar la memoria pero ese lugar "profundo en mis pensamientos" se veía borroso, vi el rostro de mi amigo Huang Zi Tao, quien solía apodar como Tao, vi otra vez a ese joven de brazos fuertes, rostro tierno y grandes ojos en tantos momentos de mi vida que me di cuenta de que él era muy importante, también me encontré con mi amiga Amber y finalmente ese miedo volvió, cuando sentí esos escalofríos vi un rostro que se me hacia muy semejante, pero era un rostro cruel, sentía el miedo del primer día que desperté y era de noche cuando escuché un sonido raro en la ventana. 
Empecé a despertar volviendo a mis cinco sentidos, vi a Sehun y a los doctores muy aliviados de encontrarme bien de nuevo, los cuales se fueron para dejarme a solas con mi amigo.

Tao y yo nos miramos unos cinco minutos sin pronunciar una sola palabra, notaba su rostro lleno de ternura hacia mi, presiento que él era un muy buen amigo. Le empecé a preguntar cómo le fue en el viaje, me decía que aprendió mucho pero que no podía dejar de pensar en Kris, noté que el era gay al igual que yo, pues tengo claro que Kris es un nombre masculino.

-¿Por qué no me llamaste cuando te levantaste del coma? Esto me esta preocupando mucho.

-Después del coma perdí la memoria. Respondí con un nudo en la garganta.

A Tao se le humedecieron los ojos y las lagrimas se escurrieron rápidamente por su rostro. Recuperó la compostura y dijo alegremente:

-¡Amigo sabes que te amo y te ayudaré en lo necesario!

-Pues me gustaría que me ayudes a recuperar la memoria, mmm... que te parece si empiezas a contarme la historia de cómo nos conocimos?

-Bueno el día que nos conocimos hacia frío y yo no llevaba una chaqueta, estábamos en un parque al lado de tu casa, tu llevabas un saco, una chaqueta pequeña y una chaqueta de invierno, estabas sentado en una banca mientras yo sacaba a mi perrita Candy, ella corrió hacia ti y te lamió los dedos y cuando yo corrí hacia Candy tú te levantaste de la silla y al levantar tu rostro me golpeaste en la nariz, estabas muy apenado y me prestaste tú chaqueta, luego me invitaste a tú casa a tomar chocolate caliente.
- Si que soy muy buena persona. Dije entre risas.
-oh sin duda porque en tu casa derramé el chocolate en tu tapete blanco y no te molestaste, o eso creo. Después de nuestro primer encuentro yo seguía sacando a Candy y tú salías al parque a leer o a caminar.

Tao y yo nos divertíamos hablando, me contaba muchas cosas de mi, de cómo yo hablaba con la gente, me dijo que ya iba a entrar a la universidad, que planeaba salir del país, que me gustaba cantar y eso me emocionaba muchísimo, aún así no podía decirle nada a los doctores sobre la ayuda que me estaba brindando, si se enteran le prohibirían hablar conmigo, me mantendré callado porque para mi es necesario que me diga como era yo y me ayudé como nadie lo a hecho hasta ahora.

Aunque Tao me contara de mi pasado aún no recordaba mucho. Quería que me contara sobre ese chico de cara tierna, ojos grandes y brazos fuertes pero sentía que aún no era el momento de preguntar eso, también quería saber si hay alguien que me odiaba o alguien capaz de hacerme daño, pero tenía que dejar que Tao siguiera contándome muchas cosas y que en lo posible este conmigo día tras día.

Me dormí realmente tarde, era difícil conciliar el sueño con tantas preguntas en mi cabeza. Pero con lo poco que dormi tuve un extraño sueño que no recuerdo muy bien, habían dos manos que me tomaban del cuello y me querían matar, desperté muy agitado, había entrado en un estado de pánico y mi ritmo cardiaco volvió a subir mucho, la maquina a la que estaba conectado empezó a pitar y entró un doctor acompañado de 3 enfermeras a mi habitaciónde inmediato para reanimarme, el doctor tenía un tapa bocas y cuando me miro sentí escalofríos como los de mis recuerdos, sus ojos era oscuros y crueles, de inmediato noté que él no estaba ahí para ayudarme.