Ya había pasado tiempo desde que ocurrió. Mi familia sigue creyendo que fui atacada por un desconocido cuando volvía a casa. Mis heridas y moretones ya no existen, mi conciencia sigue inquieta.
– Tengo que hacer algo por ti, Freddy.
En ese mismo instante lo decidí. Fui a la casa de mi primo y comencé a divagar con mis pensamientos e insinuaciones.
– Ehmm... Si necesitas un reemplazo nuevamente no dudes en pedírmelo.
– No te preocupes, por ahora no tengo nada que hacer.
– ¿Y... no puedo acompañarte durante la noche?
– ¿Por qué me preguntas eso?
– Solo quiero ir... – Le sonreí –...una vez más.
– No.
– ¿Por qué no?
– ¿Acaso no te acuerdas?
Bajé la cabeza, respiré hondo y volví a insistir.
– Sin importar lo que me pasó, quiero ir.
– Prima, no quiero que tengamos problemas, aún debes tener precaución. En cualquier momento puede aparecer ese tipo y hacerte algo peor que lo que ya te hizo. Te dejó toda lastimada, ¿no tienes miedo de salir a la calle? Eres muy rara. Me niego a dejarte sola en la noche.
– Pero estaremos juntos. Quiero ver cómo haces tu trabajo - Me miró con enfado – Además de que tu trabajo es tan solitario. Te hará bien que esté un rato contigo.
– ¿De verdad que la noche que te dejé a cargo no pasó nada con los muñecos?
Gesté un no con mi cabeza mintiendo.
- A veces creo que nunca llegaste al lugar y te mandaste a cambiar. ¡Quizás a dónde te fuiste! – Me gritó.
– No te enojes conmigo. Si estuve en el lugar, pero...
– ¿Qué?
– Tienes razón – Señalé – Algo extraño ocurre en el lugar, quiero saber qué es.
– ¿Y poner el riesgo tu vida otra vez?, olvídalo.
– Vamos, no hay que tener miedo, son solo unos robots.
– Son solo robots que te pueden desmembrar si así lo quisieran.
Y se me vinieron en mente los momentos de dolor.
– Ya verás que no – Le dije ignorando los pensamientos de mi mente – Anda, solo esta noche.
– ¿Acaso no te dan miedo?
Mucho, me dije a mis adentros.
– No, como ese día no se movieron no puedo lograr creer lo que me habías dicho, y lo quiero comprobar – Mentí.
– ¿No me crees? – Respondió.
Me di cuenta que mis palabras lo pusieron desafiante y esa fue mi mejor oportunidad.
– No, de hecho creo que... les tienes más miedo de lo que deberías.
– No sabes de lo que estás hablando – Se acomodó en la silla y dejó el mando en la mesa.
– A mí no me engañas, lo viví y no ocurrió nada. Pasa que eres una niñita y a causa de tu miedo alucinas.
¡Sí! La provocación perfecta.
– Bien – Dijo mientras se agarraba el mentón – Te comprobaré los peligros que mi vida corre cada noche, pero no me haré responsable de lo que tú hagas.
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Una Noche En Freddy's - Yo Puedo
FanfictionSi la conciencia no está tranquila, dale lo que quiere, puedes aprender mucho de ello... Segundo Volumen FanFiction de Five Nights At Freddy's. Una noche en Freddy's - Yo puedo Por Kioko Hitsugaya. Antes de comenzar debes haber leído el volumen ante...