El día M

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Hoy empieza la pesadilla que ha dado pie a este diario. Hoy, el día M, he recibido la noticia vía grupo de whatsapp (demasiado esfuerzo era avisar a los alumnos por correo) de que mi solicitud ha sido denegada de la última universidad que aún no había publicado las listas de admitidos en el máster de psicología sanitaria. DENEGADA. Ni siquiera han tenido la decencia de ponerme en lista de espera, aunque fuera la número 351, como lo fui en la primera universidad a la que me preinscribí (cosa que me costó 28 buenos euros sin saber si iba a ser seleccionada o no).

Empiezo a replantearme si he hecho bien al estudiar lo que realmente me gusta o si debí haber sido práctica y simplemente haberme centrado en aquello que tuviera más estabilidad, fuera más sencillo y, sobre todo, MÁS BARATO, porque let's be honest here: gracias a esta experiencia me he dado cuenta de que si quieres dedicarte a la psicología y no caer en lo que me ha salido llamar "El mito del clínico de recursos humanos", tienes que gastarte todo (y digo TODO ) lo que hayas conseguido ahorrar hasta este momento para conseguir certificados, cursos y prácticas por las que parece que a veces eres tú quien tiene que pagar. Desde hoy voy a repetir toda mi vida que estudiar es vocacional, siempre que tu vocación sea tirar el dinero. Poder ejercer en psicología con la formación más esencial como es el máster habilitante (HABILITANTE porque la carrera no sirve para nada y de hecho sentirás que has tirado 4 años de tu vida) es de ricos si no tienes una nota media de 8,10 en el grado.

Ahora mismo estoy barajando sacarme algún idioma, ser voluntaria en alguna asociación o el SAMUR o hacer una FP el año que viene. Siendo realistas, estamos en 2020. Debería darme con un canto en los dientes por poder decir que tengo un contrato temporal de 2 meses como dependienta olos fines de semana en los coronavirus que corren. Por ahora supongo que sólo puedo ojear de arriba a abajo por cualquier curso que me pudiera dar acceso al máster de psicología general sanitaria el año que viene y actualizar mi linkedin que dicen que puedes venderte muy bien si lo usas con cabeza.

Quizá incluso si me veo muy motivada publique un artículo en algún sitio pero eso ya sería una expresión anormalmente egocéntrico de mi ya naturalmente histriónica personalidad.

Sea como sea, seguiré informandoos.

Diario de una psicóloga que no entró al máster de psicología general sanitariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora