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— Anette. — Se acerca a mí, de modo que limpio las lágrimas que cayeron en mi mejilla. — Cariño. — Pone su mano en mi hombro llamando mi atención.
— Julian, llegaste. — Evito el contacto visual.
— ¿Estás bien? — Se nota algo preocupado.
— Sí. — Julian intenta besar mi mejilla, pero lo esquivo, un gesto que no se esperaba.
Continuo lavando los trastes sucios que restan para irme de allí.
— Anette. — Ahora su voz transmitía seriedad, vaya cambio de humor.
— Te dejé comida en el refrigerador.
— ¿Ya cenaste? — Asiento con la cabeza. — Imaginé que cenaríamos juntos.
— Yo también, pero ya es tarde. — Ahora quien está molesta soy yo. — Y tengo tareas pendientes de la universidad. — Un silencio se forma en la cocina, por lo que salgo de allí para volver al estudio.
Para este instante, parece que la mala de la historia soy yo, cabe recalcar que esta no es la primera vez que Julian desaparece sin avisarme nada y al llegar a casa hace como si nada pasara. ¿El motivo de su ausencia? Su entrenamiento, al terminar con su equipo, se queda en el gimnasio por unas horas más, según él, "para que su entrenador vea el esfuerzo que hace" y lo ponga en el cuadro titular.
Han sido varias las discusiones que hemos tenido por eso, incluso hubo momentos donde prometió no hacerlo tan seguido y mínimo avisarme, sin embargo, Julian no cumple sus promesas.
Cierro la puerta del estudio, me siento en la cómoda silla para continuar con mis responsabilidades, no obstante, el mismo Julian Brandt me interrumpe entrando al cuarto sin previo aviso.
— Anette, sé que estás molesta. Lo lamento, aunque deberías entenderme. — Lo miro con pesadez y al escuchar esa última frase centro mi atención en el ordenador. — Anette.
Ninguno menciona nada, el silencio permanece y él únicamente observa cada gesto o acción que hago.
— No merezco esto, Julian. — digo con seriedad. — Soy empática por lo que estás pasando, quiero ayudarte, pero tú me alejas de ti.
— No quiero que te veas afectada por todo esto, Anette.
— Pues estás haciendo lo contrario. — me levanto.
— Anette, lo único que quiero es ser titular en el equipo, sentirme importante.
— Y lo entiendo, créeme, lo hago.
— No lo parece, Anette. — Su contestación me tomó por sorpresa.
— ¿Disculpa?
— Si fueras comprensible no me estarías echando todo en cara. — No puedo creer que me esté diciendo eso.
— ¿Piensas que soy una dramática? — Julian no responde nada, dándome a entender que eso es lo que cree de mí. — ¿Sabes cuándo fue la última vez que salimos a cenar, ir con nuestros amigos, que me recojas de la universidad? ¿Cuándo fue la última vez que hicimos cosas que se supone hacen los novios? ¿Lo recuerdas? — Su mirada lo delata. — Déjame decirte que no me acuerdo de todo eso. ¡Lo único que hago en el día es ir a la universidad, regresar por la tarde, hacer tareas, ir al supermercado y dormir! ¿En dónde estás tú? ¿Tienes tiempo para mí? No, es como si no existiera. — Siento mis ojos llorosos y mi voz se vuelve frágil. — Si hubiera sabido que esto iba a pasar, no habría venido a Dortmund. — No voy a mentir decir eso me dolió en el alma.
— Anette, no digas eso. Yo te amo y eso jamás cambiará. — Se acerca a mí para abrazarme y es ahí donde termino por romperme.
Por supuesto que también lo amo, Julian Brandt se convirtió en mi Daylight, pero no puedo permitir que me siga tratando de esa forma.
— Julian, tienes que entender que tienes una vida aparte del fútbol, no solo soy yo, sino también tu familia y amigos.
— Lo sé.
— Lo único que te pido es que me comprendas. Quiero llegar a lo más alto, ser el mejor. — Me separo de él para mirarlo.
— Para mí ya eres el mejor. Tienes un talento enorme para el fútbol, tú eres la razón por la que lo veo. — Una pequeña sonrisa se forma en su rostro. — Y entiendo que quieres brillar en tu profesión, también deseo lo mismo en la mía, sin embargo, debemos tener un equilibrio en la vida, priorizar las cosas que realmente son relevantes porque cuando menos lo veas será demasiado tarde. — Él me vuelve a abrazar, al momento de separarnos su mirada me atrapa y terminamos uniendo nuestros labios en un beso.
— No te quiero perder Anette. — Nuevamente, lo beso porque esta será la última vez que pueda hacerlo con total libertad.
Finalmente, terminamos experimentando las dos etapas de Daylight, pasando de estar enamorados uno del otro a la pérdida y aceptación de dejarnos ir.
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𝖨𝗍'𝗌 𝗀𝗈𝗅𝖽𝖾𝗇 𝗅𝗂𝗄𝖾 𝖽𝖺𝗒𝗅𝗂𝗀𝗁𝗍
𝖸𝗈𝗎 𝗀𝗈𝗍𝗍𝖺 𝗌𝗍𝖾𝗉 𝗂𝗇𝗍𝗈 𝗍𝗁𝖾 𝖽𝖺𝗒𝗅𝗂𝗀𝗁𝗍 𝖺𝗇𝖽 𝗅𝖾𝗍 𝗂𝗍 𝗀𝗈
𝖩𝗎𝗌𝗍 𝗅𝖾𝗍 𝗂𝗍 𝗀𝗈, 𝗅𝖾𝗍 𝗂𝗍 𝗀𝗈
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𝐃𝐀𝐘𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓 || JULIAN BRANDT ||
Fanfiction𝐃𝐀𝐘𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓 | Anette decide desaparecer de la vida de Julian o el amor es más fuerte dándose una segunda oportunidad. NO SE ACEPTAN COPIAS Y ADAPTACIONES ESCRITORA { MXODEGAARD_ } PORTADA { MXODEGAARD_ } 1# Bundesliga 31/12/20 1# ChampionsLeag...