Capítulo 6

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Había pasado las primeras horas de clase, era la hora del almuerzo, estaba muy emocionada ya que me había ido demasiado bien hasta el momento. Estaba esperando a Evelyn y a Bastian en la zona donde habíamos quedado para ir a comer juntos, no tardaron mucho en aparecer, nos dirigimos hacia la cafetería del campus, el lugar era una especie de pabellón enorme lleno de mesas con muchos bancos.

Nos pusimos en la fila para coger nuestra comida y una vez que la teníamos fuimos directos a una mesa a sentarnos.

—¿Siempre estáis en la misma mesa? 

—Si,  aquí se toman muy enserio lo de las mesas, mira en esa que esta una mesa más haya es donde se sientas los reyes de la universidad.

—Ósea Apolo, Eros, Mikael y sus putas.—el comentario de Evelyn había sido demasiado gracioso,  no entendía por qué les consideraban los reyes de la universidad a mi me parecían unos hipócritas arrogantes y estúpidos, sobre todo Apolo.

Y hablando de los reyes de roma, estaban entrado por la puerta, era increíble como se separaba la gente  para que pasaran, ni siquiera tuvieron que hacer la fila para conseguir su comida, sin duda era una injusticia total, Eros fue el primero en percatarse de nuestra presencia bueno de nuestra presencia no, de la de Evelyn mejor dicho, se separó de sus amigos para venir a nuestra mesa a hablar con Evelyn.

—¿Qué coño quieres McQuoid?— le preguntó esta de mala manera, al pobre chico se le borró la sonrisa de golpe.

—Pues venir a ver a la chica más guapa de esta ciudad ¿es que acaso no puedo?

—Pues no,  por qué para ti es Kat,  déjate de cumplidos y mierdas de esas y piérdete.

— Evelyn para mi Kat no significa nada, sabes que estoy colado por ti.

—  Ya es verdad, simplemente la tienes metida en tu cama todos los jodidos días, se te sienta encima y te come la boca delante de todos, es verdad no significa nada, lárgate y desaparece de mi vista haznos un favor a todos y multiplícate por cero, esfúmate.

Antes de que Evelyn llegara a ser capaz de pegarle me levanté de mi asiento y me senté al lado de el sonriendo, Bastian me estaba mirando como si estuviera loca.

—Hola soy Daphne, no hemos podido presentarnos.— Le extendí mi mano mientras le miraba con una sonrisa encantadora, el en cambio me miró con los ojos entre cerrados y después aceptando mi mano sonrió.

—Encantado Daphne soy Eros, es un placer hablar por fin con la chica que puso en su sitio a Apolo, me pareció muy valiente lo que hiciste, tuviste suerte de ser mujer o el te habría dado una paliza.

—Te aseguro que aun siendo mujer no tendría ningún problema en darle una paliza a semejante mamón.

Todos se quedaron en silencio mirando fijamente detrás mío, no me sorprendió encontrarme a Apolo mirándome fijamente mientras tenía a una chica al lado agarrada por la cintura, la cual me miraba de arriba a abajo con cara de asco y superioridad.

—Así que estas dispuesta a pegarte conmigo, vaya nunca pensé que oiría a una mujer decir qué quiere hacer eso conmigo, sí suelen querer contacto físico, pero de algo ya sabes más cercano.

— Pues fíjate tu que cosas que voy a romper esa media tan genial que tienes de conquistador y rompe corazones.

Se mantuvo mirándome con una sonrisa arrogante sin decir nada, se me había quitado el hambre,  agarré mi mochila y la bandeja dispuesta a irme pero según di dos pasos me quedé parada en el sitio al escuchar el comentario de la estúpida morena que estaba con el.

— Con esa pinta que nos lleva seguro que tiene claro que jamás conseguiría nada contigo ni con ningún tío, si parece una pordiosera.—Me giré hacia la mesa y solté la bandeja de golpe, toda la cafetería se quedo en silencio esperando a ver lo que pasaba.

Ahora bésame estúpidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora