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Al día siguiente, había tocado la campana para indicar que era hora del descanso. Yo sacaba algo de mi casillero y volteé sin poder evitarlo al suyo, que estaba unos metros alejado al mío.

Las ganas de hablarle se volvieron insoportables, las palabras de Junhui rebotaban en mi cabeza como un eco infinito. Quería hablarle, pero el miedo podía más conmigo.

Cerré mi casillero con un suspiro lleno de frustración ahogándolo.

Cuando volteé para avanzar hacia la cafetería noté que él aún sacaba y metía libros del casillero.

Sus libros.

Todos llenos de papelitos de colores, ahí apretujados en el pequeño rectángulo.

El bullicio en el pasillo era grande. Todos tenían que pasar por ahí para llegar a la cafetería.

Entonces, él cerró el casillero y avanzó hasta perderse de mi vista. Caminé en dirección a cafetería pero noté un libro tirado dónde él había estado hace una nada. Corrí cómo pude hasta él y lo tomé en mis manos evitando que alguien fuera a pisotearlo.

Cometas en el cielo.

Mis ojos se abrieron. Los papelitos sobresalían entre las hojas. Caminé con prisa hasta la cafetería y tomé asiento en la primer mesa disponible que miré. El hambre se me había ido repentinamente.

Titubeante, abrí el libro en la hoja con el título, y descubrí que ahí también había papelitos de colores, pero estos no sobresalían del libro como los otros. Parecían ocultos, uno pegado al lado del otro, con una palabra escrita debajo. Los leí sin poder evitarlo.

El amarillo tenía escrito Muerte.

El negro, Dolor.

El rojo, Verdad.

El blanco, Pureza.

El anaranjado, Mentira.

El verde, Belleza.

Abrí el libro donde estaba colocado el primer papel sobresaliente, en la página sesenta y cinco. El primero que le había poner.

Con fosforito azul, estaba subrayada la frase: "Me permití soñar", y con el lápiz había una fina línea debajo de la misma frase. Luego, al final de la página, con lápiz estaba escrito: "Porque solar es más fácil que vivir la realidad".

Recordé el significado del papel blanco.

Pureza.

Y mi corazón latió frenético, al darme cuenta del significado de aquello.

De que la pureza de permitirse soñar, era creer que la realidad desaparecería, que al soñar la realidad se iba o que sería diferente al despertar. Ser tan puro, tan inocente, tan... tan...

Joder.

No leí las demás frases. Me sentí mal. Sentí que repentinamente invadía la privacidad de alguien, y era gracioso después de haberlo observado durante cuatro meses sin que él lo supiera.

Levanté mi vista del libro y la llevé directamente a su mesa. Estaba solo. No llevaba sus auriculares ni llevaba un libro, solo miraba su celular.

Tomé muchas bocanadas de aire y me animé mentalmente antes de ponerme en pie y caminar con los nervios a flor de piel hasta su mesa.

— Di-disculpa — carraspeé al notarme tartamudear.

Él alzó la vista de su celular y me miró directamente.

— ¿Si?

Dios, su voz.

— Se te ha caído esto — dije y estiré mi tembloroso brazo con el libro en él.

10 razones para amar a Soonyoung [HaoSoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora