Había llegado el sábado, luego de terminar su horario laboral Armin se dirigió a su hogar, tomó un baño y se vistió con algo más cómodo, tomó sus llaves y, nuevamente, tocaba abandonar el lugar.
Se fue al supermercado y compró las cosas que Annie dijo necesitarían para la pizza: harina, huevos, leche, entre otroso para la masa, verduras para la salsa ;y jamón, queso muzarrella, peperoni entre otros ingredientes que llevaría encima.
También tomó algunos refrescos y snacks, y se dirigió a pagar todo lo que llevaría (cosa que dolió bastante a su billetera).
Volvió a su hogar y dejó las bolsas en la mesa de la cocina y analizó el ambiente en el cuál recibiría a su visita.
Apesar de que todo estaba ordenado, Armin sentía una enorme insatisfacción, ante aquel sentimiento decidió hacer una limpieza más profunda.
Cambió sus muebles de lugar, les sacudió el polvo, barrió por segunda vez y se encargó de que ningún bicho o tela araña fuese visible sacudiendo el techo y paredes con la escoba, repasó el piso, sacudió los almohadones de su sofá. En su caminó encontró algunos vasos sucios y no dudó en llevarlas al lavadero y lavarlas ahí mismo, también lavó el baño hasta dejarlo reluciente.
Pensó en arreglar también su habitación pero lo vió innecesario, además era la parte más desordenada de su casa así que sólo lo llavearía y listo.
Miró los resultados de su trabajo con orgullo, agradeciendo internamente que cómo su abuelo y él vivían solos, tuvo que aprender a limpiar para que su casa no fuese un desastre.
Armin notó que nuevamente se tendría que bañar, estaba lleno de polvo y algo sudado luego de mover todos sus muebles, así que se dirigió al baño para asearse.
Eran las ocho y media de la noche cuándo alguien toco la puerta de la casa, Armin se puso algo nervioso, pero supo mantenerse calmado, secó el sudor de sus manos en sus jeans y se fue a abrir la puerta.
Annie estaba frente a el con un jean azul y una sudadera, algo bastante normal, sin embargo el detalle que no saltó de sus ojos fue que ésta vez traía el cabello suelto.
Ambos se saludaron y pasaron, Armin mostró los ingredientes que había traído y ella asintió con satisfacción.
_¿A dónde crees que vas, imbécil? _La mirada de Annie se oscureció visiblemente cuándo notó que Armin estaba a punto de abandonar la cocina.
_Emh, ¿A elegir la película? _Más que una respuesta, sonó cómo una pregunta, el pobre estaba casi temblando del miedo.
_Nada de eso, tú me ayudarás con esto _Y arrastro al pobre niño a colaborar con la elaboración de la pizza.
Annie distribuyó la tarea, mientras ella hacia la masa, Armin haría la salsa. Cómo harían dos pizzas luego dustribuirían los ingredientes faltantes cada uno a un disco de pizza.
_Ésto duele, Annie _Lloriqueó el chico, no había tenido problemas hasta que tocó cortar la cebolla.
Dejó su cuchillo en la mesa y froto sus ojos con su mano, Annie soltó una caracajada y Armin trató de abrir sus ojos para verla pero nuevamente éstos ardieron.
_¡No debes frotar tus ojos con tu mano que tuvo contacto con la cebolla o te arderan más!, ¿Cómo es posible que no sepas algo tan básico?
_Es que nunca corté cebollas _Se quejó mientras hacía un puchero aún con los ojos cerrados, sólo que no con tanta fuerza cómo segundos antes_ ¿Cómo haces para no llorar al cocinar?
_Te acostumbras luego de un tiempo _Explicó_ Sólo espero que termines de cortar eso.
_Te demandaré por sobre explotación _Amenazó, sin embargo terminó abriendo sus ojos -los cuales estaban rojos- de todas formas.
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La comida que nos unió |Aruannie|
FanfictionAl preparar su almuerzo Annie termina desperdiciando comida, ya que siempre prepara demás. Armin siempre termina pidiendo comida rápida ya que no tiene tiempo para cocinar. -»Fanfic terminado. -»Creado el 30 de septiembre de 2020 -»Concluído el 13 d...