Las historias más increíbles solo suceden dentro de la pantalla o eso pensaba antes, hasta que mi vida tuvo un giro un poco loco y Zyan apareció alejando cualquier pizca de tranquilidad en los alrededores. El verano incandescente llego a su fin y era hora de regresar a clases, aunque los nervios me invadía, ya que un nuevo instituto me esperaba.
Soy Hera y actualmente tengo 18 años, vivo en Rotemburgo una ciudad que parece sacado de un cuento en el centro de Alemania, pero la verdadera historia comienza hace unos 9 años atrás, cuando tenía 10 años...
Diez años antes....
-Hey Hera despierta, es tu primer día de clases y la ruta llega pronto, se te hará tarde-Dijo mi madre Fahara, una bella mujer de cabello negro azabache y ojos verdes con destellos azules, piel blanca y tersa que ilumina a la luz del sol.
-Voy- grito medio dormida intentando levantarme.
Comienzo alistarme antes de que la ruta llegue, pensando en como será mi vida de aquí en adelante, soy alguien bastante tímida y nerviosa, relacionarme con los demás nunca ha sido mi punto más fuerte, quisiera simplemente ser diferente.
-La ruta ya llego- Dijo mi madre
y con poca energía y manos sudorosas recojo la maleta, me despido y finalmente subo a la ruta al frente mío. El viaje termina siendo bastante silencioso, niños pequeños dormidos, aunque dos chicos de atrás, captaron mi atención, ambos estaban con sus celulares, eran crespos, uno pálido y el otro más morenito se veían algo mayores que yo, así que supuse que estaban en secundaria, mientras yo apenas iba a terminar primaria.
-Llegamos.
Momento de enfrentar todo.....
El aura al estar dentro era totalmente diferente, el frío del invierno invadía cada rincón del instituto, el salón estaba lleno de niños jugando y riendo felices, en ese momento es cuando se acerca una niña que se veía un poco más desarrollada que las demás, y linda nada comparado a como me sentía yo, portaba unas gafas negras, su cabello en una coleta, hasta que finalmente me saludo.
-Hola soy Melody, bienvenida, espero que te sientas cómoda en este curso.- Una sonrisita hipócrita aparece en sus labios.- ¿Cómo te llamas?- pregunta con curiosidad
- Me llamo Hera, espero poder adaptarme rápidamente. -Digo esquivando su mirada.
De forma ágil busco un asiento y me recuesto en él pensando en un millón de cosas, hasta que vi como aquellos niños babeaban al ver a Melody. A lo cual no le di mucha importancia, puesto que ningún chico me interesaba ni yo a ellos.
Las clases pasaron mucho más rápido de lo que creí, ya era hora del descanso, en las primeras horas no cruce palabras con nadie, aunque realmente supuse que así terminaría el día de hoy, pero dos chicas con cara amigable se acercaron a mí.
-Hola mi nombre es Laila, tú eres Hera cierto?
-Hola un gusto en conocerte Laila y si soy yo
-Genial ella es mi amiga Maya
-Hola- Dice maya de forma penosa
Terminamos hablando todo el recreo y después de él, comencé a sentarme junto a ellas, poco a poco se convirtieron en unas grandes amigas y las primeras en ese salón.
A la hora de la salida estaba platicando afuera del instituto con Laila y Maya, hasta que un grupo de chicos mayores que captaron nuestra atención, resulta que el primero era Zyan novio de Melody, y cursaba sexto de secundaria, el resto eran sus amigos de los cuales no sabía sus nombres. Al parecer eran los populares de ese momento, todas las chicas estaban locas por ellos, claro, excepto nosotras, aunque Zyan era diferente...
Su cabello era negro azabache y su cuerpo no era de un niño de 11 años, se veía atlético y con un buen porte, su cara era perfecta, su mandíbula marcada y unos labios carnosos invadía esa blanca sonrisa, además de su piel pálida y unos ojos color miel con unas pequeñas luces en sus pupilas que parecían estrellas en una noche tranquila.
Podríamos decir que caí en su hechizo con tan solo verlo, pero aprendí a nadar a contracorriente, pensando en lo insensible y mala persona que podría ser igual que Melody así que distraje mi mente de su rostro y me subí lentamente a la ruta.
En este caso me toco ubicarme en la parte de atrás de la ruta, junto a los dos chicos que vi en la mañana y de pronto reconocí a uno que también estaba en mi curso y era Oliver, un chico tierno y amigable, a su lado estaba su amigo Eider quien mantenía un aire frío, poco a poco comenzamos a platicar y a conocernos de manera rápida y audaz.
Meses después....
Al fin tengo amigos, pero.... He creado una guerra constante con Melody, estar en el mismo espacio no ayuda en nada, su hipocresía se nota desde el otro lado del mundo y siempre andamos en constante competición, en lo cual me agrada ganarle.
Por otro lado Zyan termino con Melody, de alguna manera eso hizo que ella me odiara el doble, aunque hice buenos amigos y la diversión jamás faltaba, mis días comenzaron a transcurrir entre libros y más libros, la magia que estos reflejaban era la mejor realidad que pudiera existir, mis amigos se convirtieron en aquella pared que apoyaba aquel pequeño cuarto en mi mente.
Y así finalizo el año, quinto grado, momento de pasar a secundaria, aunque no contaba con que el último día de clases pasara algo que cambiaria todo y me hiciera preguntarme finalmente ¿Quien eres?....
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Un amour á distance
Romanceyo de 16 tu de 18, años inolvidables en el pasar del cálido verano, nos conocimos una mañana de colegio,un amor en silencio, las ganas de hablar invadían el cuerpo de ambos pero muchos obstáculos existían en el intermedio de cada palabra, en aquel...