LA VIDA DE KAMINARI DENKI [BAKUKAMI]

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Halloween ¹

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La alegría le invadía todo el cuerpo, la felicidad que sentía era tan grande que picarle la cola a bakugo no le daria miedo por la reacción que tuviera este, su madre lo sacaría a pedir dulces en la noche por primera vez, se sorprendió demasiado que su padre le haya dado permiso también pero al parecer no estaría en casa.

La verdad no sabía que día era hoy hasta qué su progenitora le dijo que estuvo hablando con su padre sobre la festividad que sé haría acabo, ese día tenía planeado ir a la casa de kirishima pero aprovechando que saldría iría por él, y así ellos dos estuvieran juntos.

Estuvo hablando con su madre para él poder ir solo a casa del teñido y ir juntó a él a pedir dulces, aparte de quedarse a dormir ahí, aunque la verdad todavía no tenía disfraz pero ya tenía una idea de que iría.

—¡Denki la comida ya está listo!— le aviso la rubia con una gran sonrisa en su rostro— ¿Ya sabes de qué te quieres disfrazar? Si no sabes, si quieres puedo ir a alguna tienda rápido y comprar algo que te guste o...

—¡No gracias mamá! No te preocupes, ya se de qué, y ya tengo lo que ocupó— las cosas que utilizaría las tenía en una mochila grande, tenía planeado cuándo llegué con kirishima, allá en su casa de pusiera ha arreglar su traje, ¡Gracias al cielo que recordaba dónde vivía el teñido!

Una vez de haber comido se despidió de su madre partió hacia la casa del "pelirrojo",  durante el camino se la paso mirando a todos lados menos en frente y por esa razón se calló de cara, pero eso no era nada, solo se había hecho un raspón.

Una estúpida caído no le haría llorar y menos si era en esta fecha, camino unas cuantas cuadras y paró enfrente de la misma casa de la otra vez. Tocó la puerta con su mano en forma de puño, en un par de segundos la voz del teñido de escuchó desde a dentro.

La puerta se abrió con lentitud dejando ver a un kirishima con traje de tiburón, río por qué ese disfraz le quedaba de maravilla.

—¡Oh kaminari viniste! Pensé que no vendrías, pues no me respondiste ayer— el más alto osea kirishima le sonría con amabilidad contagiandole a él también.

—¡Fue culpa de bakugo! ¡No sé qué le pasó al idiota y me llevo arrastras a mi casa!, Tenía planeado que...— no sabe porque pero sus mejillas comenzaron ha arder— pasáramos está noche de brujas, ¡A propósito tu disfraz de tiburón me encanta! ¡Te vez muy genial!

—¡Por supuesto que me gustaría que estuvieras conmigo! ¡Y gracias! ¿Y tú traje?— pregunto curioso.

—¡Ah sí! Lo tengo acá en mi mochila— el teñido invitó a pasar a kaminari a su casa y de pasada ver lo que se llevaría el rubio— ¿Y tus padres?

—Ahora están trabajando pero llegarán tarde— subieron a su cuarto dónde kaminari comenzó a sacar una ¿Cobija?, Tijeras y lentes oscuros— ¿Eh? ¿De que va tu disfraz?

—¡Verás seré un fantasma! Sal de aquí en lo que preparó lo que llevaré ¡Te sorprenderé!— el teñido realizó lo pedido y dejó al rubio ahí, no tenía motivos para quejarse por haberlen hechado de su recamara, de todos modos el Rubió le transmitía confianza.