Kimetsu No Yaiba! ||ONE-SHOTS||

Kibutsuji Muzan

Máscaras. 🎭

Supongamos que es "Au!Medieval" y está bien largo.
Se recomienda leer con la música de fondo.

—Créeme hija, es más fácil de lo que crees. Sólo necesitas práctica. —mencionó tu madre, dando los últimos retoques a lo que sería tu vestido.

—¿Es necesario? —cerraste por un momento los ojos, tratando de pensar.

—Convencer a un hombre es fácil, ¡todo depende de tu mirada! —chocó sus manos entre sí, con una pose de enamorada mientras te veía.

—Ya, hagamos como que será así de fácil. —hablaste entre dientes.

—Es eso o irte a la mierda, tú decides. —ella volvió a lo suyo, saliste de la habitación echando humos.

No era nada bueno ir a ese evento tan esperado por el reino, no es que no te guste salir, pero...

Bueno, no te gusta salir en sí.

En tu mente era solo para niñas mimadas, que se creen un ser superior al que deberían, sin embargo, pertenecías a ese grupo cuando realmente, no te sentías así.

—¡Volveré pronto! —cerraste la puerta a tus espaldas.

•°•°•°•°•°•°•°•

—También creo que te cortaste mal con ella. —respondió Shinobu, tu quijada cayó.

—Bien, ahora tengo a otra en contra... —rodaste los ojos. —¿Irás con Mitsuri?

—Iremos en el mismo carruaje, pero distinta pareja. —respondió con una sonrisa. —¿Con quién irás tú?

—Con nadie. —observaste tus uñas con desinterés.

Ambas tenían cara de póker, aunque la de cabellos morados interiormente quería ahorcarte por no sonar preocupada.

—Tienes suerte de que es con máscaras, sino te hubiera dejado en otro lado. —te dio un escalofrío escuchar aquello, asentiste con tal de que no explotara.

—Ahm, Shinobu...

—¿Sí?

—No tengo máscara.

Ella no habló, tan solo fue hacia una habitación con una puerta de madera oscura, hiciste una pequeña cara de confusión, pero volvió a la normalidad cuando la viste salir con una pequeña caja de madera parecida a esa puerta.

—Abre esto, creo que te va a gustar lo que hay ahí dentro. —hiciste caso.

Una máscara color vino y con piedras preciosas alrededor, era hermoso ver algo así.

—No son reales, ¿verdad? —ella asintió. —Joder, no puedo aceptarte eso, es muy hermoso y todo, pero...

—¿Pero qué? Te verás hermosa después de todo. —te dio una sonrisa sincera, la abrazaste evitando que se rompa el objeto que te parecía tan...caro.

—¡Gracias gracias gracias! —dejó el objeto en la mesa y correspondió tu abrazo.

•°•°•°•°•°•°•°•