Prologo

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Leía la carta una y otra vez , no lo podía creer.

Nos alegra informarle que ha sido aceptado en la Universidad de Caleborna.

Empece a saltar por toda la habitación intentando no soltar un grito de alegria.

Más calmado me senté en mi cama y releí la carta para asegurarme que mis ojos no me habían engañado.

Mi alegria se desvaneció poco a poco al darme cuenta de que no tenía con quien compartir esta noticia.

No tenía amigos muy cercano, siempre he sido muy timido y prácticamente soy invisible en el instituto.

Suspire con pesadez.

Debia hablarlo con mi padre ya que la universidad estaba en otra ciudad , exactamente a 5 horas de mi pueblo.

¿Mama se habría puesto contenta?

Me levante indeciso y con paso lento camine hacia el despacho de mi padre, estuve delante de la puerta al rededor de 5 min antes de decidir tocar.

Espere unos segundo y escuche la monótona voz de mi padre al otro lado.

-Adelante- respire profundo, abri la puerta y entre.

Mi padre no me miro, siguió mirando unos documentos sin prestarme la más mínima atención.

-¿Pa-pa?-no pude evitar que me temblará la voz- ¿podemos hablar?

Mi padre me miró por encima de su gafas plateadas con detenimiento, apartó sus papeles , entrelazo sus dedos y me miro con detenimiento - habla- dijo simplemente.

Baje la cabeza y mire la carta de aceptación con tristeza.

Papa nunca se enfadaba, nunca me gritaba , no era exigente , no era pesado con mis estudios, pero papa...nunca me sonreía, nunca me pregunta como estaba, nunca pasaba tiempo conmigo...yo apenas existía para el.
No desde hace muchos años , tantos que ya he olvidado lo que se sentia ser abrazado por el .

No le tenía miedo pero cuando me miraba tan fríamente no podía evitar temblar.

No dije nada, solo le entregué la carta

El lo cogió, la miro por unos segundos y dijo - Esta muy lejos-

Levante la cabeza rápidamente y dije - estaré bien- tuve el deseo de añadir " igual siempre estoy solo , no seria mucha diferencia " pero preferi callar.

-Mañana te diré algo, ahora vete, estoy ocupado - me devolvió el papel y siguió mirando sus documentos.

- Si papá - murmure.

Al salir del despacho corri hacía mi habitación y en cuanto toque mi cama sentí como las lágrimas se deslizaban por mis mejillas.

Ni si quiera me felicito.

No se porque me extrañaba...llevaba toda la vida intentando llamar su atención con notas, talleres de arte , concursos de ciencias o literatura, deportes pero papa nunca aparecía...papa nunca me felicitaba.

Solté un sollozo ahogado y me encogi en mi cama mientras me abrazaba a mi mismo.

Sin darme cuenta me quede dormido.

Mientras tanto el Señor Luan hacia una llamada esperando recibir una respuesta positiva.

No Necesito CrecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora