Capítulo 75.

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Narrador Omnisciente.

—Te dije que no me tentaras, Camilita.

Una mujer amordazada y con sangre derramada sobre su sudadera, se quejaba de dolor pues una bala reposaba en su pierna derecha mientras Natalia sonreía viéndola llorar y desangrarse.

—Haz lo que quieras conmigo...pero...no toques...a mi hij...–su voz apenas salía pero aún le quedaban fuerzas.

—Aún me quedan muchas cosas que hacer contigo Camz —se burló y presionó la herida con su arma. 

Natalia estaba por responder hasta que el sonido del teléfono la hizo girarse para tomar su teléfono.

– ¿Qué quieres Shawn? –preguntó irritadamente.

—Nos encontraron, estamos rodeados de policías –él estaba completamente desesperado y no sabía con exactitud que hacer.

— ¿QUÉ MIERDA DICES? —ella también comenzaba a alterarse, sus cómplices eran unos imbéciles. 

Tenemos que irnos, déjala ahí y vámonos.

—No hay tiempo, haz lo que acordamos y nos vemos allá.

¿Qué le vas a hacer? Dijiste que no la lastimarías, Natalia.

Lo que haga con ella ya no es asunto tuyo, llévate a esa mocosa de aquí a donde acordamos y te veo en unas horas.

¿Y por donde mierda voy a salir?

Abre la compuerta y saldrás por la puerta trasera, pero rápido antes de que lleguen ahí.

¿Y los boletos? ¿A qué hora sale el vuelo?

Están en el auto, y el vuelo sale en una hora, apresúrate.

— ¿A DÓNDE TE LLEVAS A MI NIÑA, HIJA DE PUTA? —le gritó Camila mientras cerraba sus ojos, ya no aguantaba tanto dolor.

—A un lugar lejos de ti que seguro le gusta más y...

Un disparo.

Segundo disparo.

Les dispararon, me voy a de aquí te llamo luego —dijo Shawn colgando la llamada.

Los policías habían disparado en las piernas a los ayudantes de Natalia para que pudieran ser procesados  y llevados a prisión, rompieron la puerta para entrar pero antes se aseguraron que no hubiera más personas pues la situación aún era peligrosa. Lauren se acercaba temerosa de lo que fuera a encontrarse, entró junto a los policías lentamente pero al entrar lo que vio la dejó helada.

LAUREN POV.

Mi corazón se detuvo y mis piernas amenazaban con fallarme, sentía que me desmayaría en cualquier momento. Mi mirada se fue a la de mi novia, estaba en una silla con su ropa cubierta de sangre, sus manos estaban atadas al igual que sus pies. Me moría de dolor al verla así, sólo quería sacarla de aquí y salvarla pero Natalia estaba junto a ella con un arma apuntando en su cabeza. Mi bebé no estaba a la vista, así que tuve que actuar rápido y contenerme a hacer algo estúpido que afectara la vida de mi mujer.

—Natalia Miller queda detenida por secuestro y por tortura, baje el arma muy lentamente —dijo uno de los policías apuntándola con su arma.

—Claro, ¿quieren que me ponga las esposas también? –la muy hija de puta contestó.

—Natalia, baja el arma déjala en paz. Dispárame a mí, aquí estoy.

—Mi amor, tanto tiempo para verte por fin y mira en que circunstancias nos venimos a encontrar.

Perfecta Casualidad (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora