Park Seok Jin con veintinueve años de edad, todavía sufría la pérdida de su hijo y nunca pensó que por cumplir con su deber y salvar a ese hombre su mundo cambiaría drásticamente ¿en qué demonios se había metido? ¿Valdría todos esos problemas ese c...
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Lentamente sus ojos se fueron abriendo acompañados de un fuerte dolor de cabeza, cerró de nuevo sus ojos por un momento tratando de que el dolor se apaciguara un poco y así poder enfocarse bien.
Algo mareado observo a su alrededor cuando por fin pudo abrir bien sus ojos, una habitación oscura y húmeda esta ante él, sus manos se encontraban amarradas fuertemente atrás del respaldo de la silla y sus pies a las patas de esta impidiéndole así mover alguna parte de su cuerpo a excepción de su cabeza.
Recordaba cómo había llegado ahí cuando fue secuestrado en la estación de trenes por un hombre más fuerte que él en muchos sentidos, recordaba cómo había cubierto su boca evitando así que pudiera gritar el nombre de Namjoon.
La sangre que fluía de su boca se había secado con el pasar de las horas después de ser brutalmente golpeado hasta caer en la inconsciencia y despertar varias horas después. Muchos en su lugar estarían temblando de miedo y suplicando por su vida, pero él no lo haria, así perdiera la vida en esa habitación sin poder despedirse de sus seres queridos y sin poder verlos una vez más no imploraría por su vida.
Era tan orgulloso como su hijo y no permitiría que alguien lo viera llorando y suplicando, trataría de salir de ahí así perdiera la vida en el acto. La puerta fue abierta bruscamente golpeando fuerte contra la pared y entrando un hombre de cabello rubio por ella.
--Ya veo que despertaste ¿duele algo? –Pregunto con una sonrisa en su rostro-
--Me gustaría decirte que sí, pero no duele nada –podría arrepentirse de eso pero no le daría el gusto de verlo sufriendo-
--Eres igual de arrogante que él –respondió acercándose al cuerpo herido de Seok Jin- pero sabes algo, eso no te ayudara en estos momentos porque solo hay dos formas de salir de este lugar, muerto o que me mates a mí.
--¿Todavía te duele? –pregunto con una sonrisa burlona que molesto al rubio- te duele que no te quiera a su lado, que su cuerpo y alma me pertenezcan a mí.
Un golpe en su mandíbula lo hizo voltear el rostro y escupir algo de sangre al piso.
Sabía que ese hombre se llamaba Jackson ya que él mismo se presento cuando lo golpeo por primera vez.
Flashback
No sabía porque lo habían llevado a ese lugar pero tenía bien en claro que querían llegar a Namjoon a través de él cosa que no permitiría, primero muerto antes de entregarles alguna información de Namjoon, aunque tampoco era que supiera mucho del moreno, pero aun así no diría nada si tuviera algún dato.
Un hombre rubio entro junto a los que le reconocía como Kai y Chan Young, odiaba tener tan buena memoria.
--¿Es él? –Pregunto el rubio al posar sus ojos sobre Seok Jin-
--Si, él es el doctor que escondía a Namjoon y con quien sospechamos que tiene un amorío –respondió mecánicamente el hombre llamado Kai-
--Eso es imposible –dijo el rubio acercándose a Jin y tomándolo de la barbilla para detallarlo mejor- Namjoon no esta tan desesperado como para meterse con un hombre como él, además estoy seguro que no me ha olvidado.
