Zee Pruk es un guapo adolescente, el cual recién llegado a la cuidad de Bangkok se enamora de su egoísta, promiscuo y temperamental vecino Sanit Suppapong de su misma edad. Este tiene un hermano llamado Saint dos años menor, quién suspirará en secre...
A la mañana siguiente, Zee llamó a un taxi para poder regresar al hospital, mientras que su hermana le discutía molesta, ya que le había dicho que fuese a la Universidad.
...—Sammy sé razonable, no hace falta que estemos los dos a la vez en el centro hospitalario, tú puedes venirte al finalizar tus clases.
—Pero yo quiero ver mamá... Nos necesita y además no me apetece ir a clase, no me concentraré—protestó.
—Olvidalo, tú irás a clase y yo al hospital...Soy mayor que tú y debes obedecerme.
La chica bufó frunciendo el ceño y finalmente subió las escaleras hacia su habitación, mientras refunfuñaba graciosamente.
El moreno negó sonriendo y acto seguido salió de casa para esperar su transporte en la acera frente a su casa, entonces su teléfono sonó y este lo cogió rápidamente.
—Hijo, no hay problema ninguno con cambiarte de Universidad, mandarán tu expediente cuanto antes.
—Oh gracias mamá, te quiero, adiós.
Este guardó su teléfono nuevamente en el bolsillo y de repente se quedó de piedra cuando al girarse se encontró de bruces con quién menos quería.
—Hey... ¿Zee?...wow, vaya si que has cambiado, estás increíble.
Sanit se le acercó y con todo el atrevimiento que lo caracterizaba, le dio dos besos en las mejillas como si no hubiese ocurrido nada entre ellos.
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—¿Vas al hospital supongo, joder que fuerte lo de tu padre.. lo siento mucho—Habló este.
—S-Si—balbuceó el moreno sin dejar de mirarlo—gra-gracias.
Zee estaba aturdido pues su exnovio incluso estaba más guapo de como lo recordaba.
—Joder, estás fantástico Zee... te ha sentado bien Hong Kong—Habló este nuevamente.
—Tú tambien estás bien, me gusta tu pelo.
Saint se lo acarició.
—Oh si, son mechas, están muy de moda...bueno me voy, ya nos veremos por ahí—dijo Sanit echando a andar mientras sonreía de oreja a oreja.
—Si, cla-claro.
El taxi llegó y paró junto al moreno, el cual aún seguía conmocionado por el encontronazo con su ex pero finalmente se subió al vehículo sin perderlo de vista.
Camino al centro hospitalario, este repasó mentalmente la conversación y se sintió un estúpido pues su voz le había temblado al igual que su cuerpo, además de que su corazón se le había acelerado enloquecido.
Al parecer su vecino seguía causando el mismo efecto en él a pesar de todo el daño que le había causado y de los años transcurridos hasta ese momento.
Tras varios minutos, el taxi se paró y entonces este se bajó, acto seguido entró en el edificio y subió en el ascensor hasta donde estaba la habitación a la que habían trasladado su padre.
Este estaba dormido, así que el chico se sentó en el sillón junto a la ventana.
—Zee, hijo
—¿Si papá?—preguntó este levantándose minutos después. te noto muy preocupado.
—Pareces preocupado, ¿qué es lo que te ha dicho el médico?
—Oh, me ha dicho que te recuperaras.
—¿Qué pasa entonces?, ¿Qué te preocupa?
—No nada, es solo que me siento intranquilo por ir a la Universidad local.
El empresario sonrió ampliamente.
—¿Ya no regresarás a Hong Kong?
—No papá, me quedaré.
El empresario sonrió feliz.
—Me alegro que te quedes, te he extrañado mucho en estos años, te quiero hijo.
—Lo sé papá y lo siento...he sido un cobarde y me fui en vez de afrontar el problema, quizás si no me hubiese ido nada de esto hubiese suced...
William le agarró la mano con fuerza.
—No te atrevas a echarte la culpa de esto ¿me oyes?, Ha sido un accidente desafortunado como otros muchos ocurren todos los días.
El moreno asintió y dio un beso en la frente a su padre.
—Bien y... ¿ahora me contarás que te preocupa?—habló de nuevo el mayor.
—No es nada pap...
—Hijo te conozco y sé que estás preocupado por algo.
Zee resopló con pesar.
—Bueno, es que él estará ahí y...
—¿Él?...ah Sanit...te preocupa no poder seguir con tu vida cerca de él ¿no es cierto?.
Este asintió.
—Hijo, solo tú sabes lo que tu corazón siente y bueno no apruebo para nada lo que te hizo ese chico pero eso quedó en el pasado.... las relaciones vienen y van y unas veces son correspondidas y otras no pero también hay que buscar el momento...Quizás aquel no era vuestro tiempo pero si tú realmente estás seguro de que es el amor de tu vida, lucha por él... Puede que ese chico se comportase así porque tenía miedo al compromiso por inmadurez o simplemente aún no se había dado cuenta de sus sentimientos... realmente parece un buen chico.
—¿Tú crees papá?.
—Yo solo quiero que seas feliz y no te lastimen... No voy a decirte que lo odies o que te olvides de él porque ya has tenido cuatro años para eso y veo que no lo has hecho... Sólo tú sabes la respuesta, debes ser fuerte y luchar por lo que realmente es mejor para ti.
Zee asintió de nuevo.
—Ojalá yo fuera tan fuerte como tú papá, tu eres un héroe.
Su padre rió y extendió sus brazos.
—No hijo, no soy ningún héroe pero si sé algo de relaciones y de lo terco que es el corazón cuando se empeña en amar aunque duela.... Anda ven aquí grandullón, déjame achucharte como cuando eras pequeño.
El moreno lo miró sorprendido.
—Es vergonzoso papá, ¿y si entra alguien?
—Oh venga, nadie vendrá...Además es un abrazo de tu padre, recuerda que estoy convaleciente.
—Oh está bien pero que sepas que eres un chantajista—Dijo Zee acercándose para complacerlo
—¡Ay mi pequeñin!—Exclamó el mayor estrujandole con cuidado—… te he extrañado muchísimo, te quiero mucho mi bebé.
