Una nueva especie ha surgido luego de que el roce de una estrella que atravesó todas las constelaciones zodiacales extinguiera a los humanos... Sin embargo, no todos se extinguieron, los más fuertes siguieron habitando la tierra, considerándose una...
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Nunca nadie me enseñó a como utilizar o al menos controlar mis habilidades, Richard me dio unos consejos cuando tenia maso menos diez u once años... Pero ya los olvidé, ni siquiera sabía en ese entonces que podía correr rápido, y no me refiero a correr rápido como algo simple que un Homoelemental normal haría por su capacidad física y de resistencia, lo mío es diferente. Primero creí que para correr de esa manera se necesitaba la presencia del viento, pero cuando corrí en el bosque para salvar mi vida no sentí ni una ráfaga de viento, simplemente salió de mi misma, produciendo esa luz extraña alrededor de mi cuerpo. Y mucho menos creí que podía volar, sé que Lindsay me había platicado en el almacén sobre la chica géminis que intentó escapar volando, desde ese día supe que esa era una de mis habilidades. Pero aún así, no tenía quien me enseñara a controlar mi vuelo y como ponerlo a prueba, simplemente sucedió de la nada, primero mis venas se tornaron de un color gris brillante y luego resulté levitando del suelo logrando escapar del grupo de guardias repugnantes sin piedad alguna por los demás.
Y ahora aquí estoy... Volando por los aires mientras sostengo a mi hermana con mis dos brazos, que a pesar de ser pequeña es pesada como un bulto de papas.
Cada vez que miro abajo siento un horrible vacío en mi estomago, quiero vomitar con solo observar, y es que la verdad nunca he estado así de lejos del suelo. Solo debo evitar ser tan curiosa y no observar hacia abajo.
—Hermana...Yo —la voz de ella se escucha agitada, las hebras de su cabello se mueven por doquier debido al viento que incluso golpean mi cara —. E-Estoy muy asustada. ¿Cuándo me bajaras?
Sonreí, la verdad estoy disfrutando de mi vuelo y las maravillas que puedo observar desde aquí, como ver el sol empezando a salir desde horizonte. Sus rayos de luz se disipan por doquier esparciendo la luz tibia de la mañana, o las altas montañas y el bosque interminable abajo de nosotras.
Me centro nuevamente en mi hermana.
—Si quieres te suelto —bromeé.
—¡No lo hagas! —gritó histérica, muy asustada —. ¡Por favor no!
Me reí de ella, y la sostuve con más fuerza de la cintura, ella tiene la cabeza apuntando hacia abajo y los brazos y piernas colgando de ella mientras respira con mucha velocidad tratando de calmar su miedo, sin duda mi pequeña hermana debe de estar traumada, me pregunto si tiene los ojos cerrados.
—¿P-por qué no me di-dijiste que...? —Anelly no terminó de formular su pregunta y señaló hacia el horizonte, donde el sol empieza a aparecer, miro en aquella dirección quedándome perpleja —. ¿Qué es eso?
Lo que ella señala es una casa que parece ser de ladrillo a simple vista, está sobre la cima de una montaña no tan alta y desde la chimenea sale humo, seguramente Homoelementals viven ahí. ¿Tendrán alguna conexión con la plantación?
—¿Hermana? ¿Qué pasa si nos ven? —preguntó con la voz temblorosa.
No aparté mi mirada de aquello, también me centré en un rio lejano que logré visualizar. Este es enorme y se extiende hacia más allá cruzando incluso por un bosque, tal vez es el rio que pasa por la plantación de esclavos y justo en el sector tres en donde se encargan de coser y lavar prendas, donde los elementos de aire y agua más eficaces son trasladados para realizar trabajos más pesados. He tenido la suerte de no ser enviada allí.
