We fell in love in october. kooktae. [os]

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Inhalando y expulsando lentamente el grisáceo humo, mirando fijamente hacia el mar, apoyados en el techo de la acogedora casa.

El cálido ambiente y la luz del atardecer iluminando el precioso perfil de su novio, haciendo resaltar su acaramelado tono de piel.

Habían pasado meses, quizás años, no lo recordaba con exactitud, solo sabía que se había enamorado en octubre.

Las chispitas de amor revoloteaban alrededor, sus ojos brillantes y a pesar de todo en lo único en lo que podía pensar era en él.

No se arrepentía de haberse confesado, no se arrepentía de nada de lo que tenía que ver con su chico.

La temperatura era un poco baja ese día, un bonito suéter cubría el cuerpo contrario.

Había pasado la mayoría del día solamente contemplándolo. Sintiendo la calidez en su cuerpo, las suaves manos en sus mejillas que dejaban delicadas caricias y los secos labios que picoteaban los propios.

A veces no podía caer en cuenta de todo, estaba con Taehyung, su chico, su mundo, sus estrellas, todo su universo.

"¿Estás bien, Jungkookie?" Las caricias dejadas en su nuca lo desconectaban de la realidad y se perdía en los ojitos que lo observaban preocupados.

"¿Uh?" Ladea su cabeza al no entender su pregunta, con sus ojos a penas abiertos, solo quería dejar ese lugar e irse a dormir acurrucado a su ángel.

"¿Estás bien, Jungkook? ¿Pasa algo?" Con un ligero movimiento observa las suaves rodillas de su bebé rozar con el sucio suelo y hace una pequeña mueca disconforme.

"¿Podemos ir a dormir?" Él asiente rápidamente y ve como se levanta.

Se acuestan en la acolchada cama, mirándose, cada cabecita creando pequeñas luchas y dudas internas, viendo sus ojos y observando cada detalle por más pequeño que sea.

Y cuando se duermen Jungkook llega a pensar que no quiere que llegue el último día porque quiere pasar eternamente con su amado.

Sus discusiones, sus dulces palabras, sus cálidos abrazos, su bronceada piel, sus ojos cristalinos y brillantes.

No, él no podría vivir sin eso.

Se enamoraron en octubre y es por eso que ama el otoño.

Lo ama porque puede llegar a ser frío pero cálido en ocasiones, porque podía verlo con sus lindas ropas y mostrando sus largas piernas, porque en las noches se podían acurrucar sin la necesidad de separarse en por el sofocante calor y despertar juntos.

Lo amaba, lo ama y lo seguirá amando, sin importar que la muerte los separe porque en otro momentos se volverán a encontrar y para ese entonces lo seguirá amando sin importar nada.