Tu eres la razón

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Tema: Mi final feliz eres tú

Fecha: 4 de octubre de 2020

#Kiriasuweek2020





Tu eres la razón



Habían enfrentado múltiples retos a lo largo de sus cortas vidas, no eran pocas las aventuras vividas juntos tampoco. Las heridas obtenidas en el camino también permanecían latentes en sus corazones, sin embargo, a pesar de la gravedad de estas, de tanto dolor y de cómo pudieron haberse grabado en sus memorias, en sus almas, la decisión de mirar al futuro persistía como un inextinguible fuego en su interior.

Ahora podía comprender que cada una de esas vivencias lo habían llevado a ese lugar e instante en el cual se encontraba, y pese a las pérdidas sufridas en el camino, por fin comprendía que aunque no pudiera tener a algunas de esas personas que lo habían ayudado a formar el ser que hoy en día era Kazuto Kirigaya, cada uno había dejado un pedazo de su alma en su interior, una calidez que dificilmente, aunque los años pasaran, y el tiempo hiciera estragos en su memoria podría olvidar, no olvidas a las personas que se tatúan en tu corazón.

En ocasiones lamentaba los años dónde deseaba estar solo, donde no se sentía merecedor de ningún tipo de sentimiento, salvo de esos que lo hicieran sentir excluido de cualquier lugar. En algún otro momento había lamentado en contraparte haber tenido la oportunidad de disfrutar de todos esos cálidos sentimientos, amistad cuando vio morir a Eugeo en sus brazos. En ese instante se había percatado que tener amigos te hacía vulnerable, el mismo había perdido la cordura por su falta de fuerza para proteger lo que quería nuevamente, tiempo antes de este suceso ya lo había experimentado con ella.

Verla desvanecerse en sus brazos como cristales brillantes, había sido suficiente para que deseará su propia muerte. ¡Cuánta cobardía! En el momento en el que peleaba con el líder de los caballeros de la hermandad de sangre, había peleado con miedo a morir, con miedo a no verla nunca más, y ese mismo miedo había sido el que había ocasionado que Asuna pusiera primero su vida a la suya. El amor que ella había demostrado en ese suceso sobrepasaba toda lógica, y ahí había comprendido que sin importar que, él hubiera hecho exactamente lo mismo, ese amor en lugar de hacerlo debil, lo podía llenar de fortaleza, y él con cobardía de entregarse a el, prefirió el temor, que terminó por arrebatarle eso que tanto anhelaba proteger con todo su ser.

De las grandes enseñanzas y promesas que había recibido de todos esos sucesos y recuerdos, fue que sin duda alguna Asuna, siempre, sin falta, sin excusa, iba a estar a su lado sosteniendo su mano, siendo su soporte cuando él ya no pudiera ponerse de pie. Como ya tantas veces en el pasado lo había sido.


Cuando por primera vez había abierto su corazón con lo que había pasado con los Gatos negros iluminados por la luna, su sincera respuesta: "No moriré. Porque soy yo quien te protegerá". Seguido de un cálido abrazo, había sido suficientes para comenzar a disipar la oscura y densa niebla de su corazón.


Cuando se habían enojado con él al preguntarle si su amor también existía en el mundo real "Esa pregunta me molesta, Kirito-kun" lo había mirado fijamente con convicción "A pesar de que es un mundo virtual, mis sentimientos son reales" Habían tomado su rostro con sus suaves manos "He aprendido una cosa estando aquí. Tenemos que continuar hasta el final sin rendirnos. Sí logramos regresar al mundo real, te encontraré de nuevo y me enamoraré de ti" Y lo había besado, haciendo que cada uno de los temores que se pudieran encontrar en su cabeza y corazón desaparecieran rápidamente.


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