Camelias para Ti - Fanfic BNHA #8

Capítulo 12: "Memorias"

No sabía que hora era, se sentía adolorido y algo adormecido todavía, soltó un suspiro e intentó levantarse, era evidente aún se encontraba en el cuarto del rubio cenizo y como si fuese un fierro caliente sintió un dolor recorrerle la cadera, intentó no moverse más, no hasta que se le pasara un poco el dolor... sentía la garganta seca, la cabeza le daba vueltas y cerró los ojos nuevamente... ya no sabía que sentir, quería sentirse mejor, pero cada intento, cada esfuerzo por pensar "Me iré y no pasaré por esto hasta mañana", no funcionaban, pero si tenía la certeza de algo, un vacío y una pena comenzaban a atormentarlo y ahí, como las veces en las cuales la depresión quería devorarlo, estaban aquellas crueles memorias acechándolo.

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-"Bienvenido a casa, Izuku"

La sonrisa de su madre era lo que más amaba ver, desde pequeño aquello le hacía sentir que todo estaba bien, mientras ella sonriese lo demás no importaba, ni el dolor, ni lo difícil de su día, nada importaba si veía a Inko sonreír.

Todas las tardes al terminar la escuela corría con rapidez hacia su hogar, sabía ella estaría allí y le recibiría con una sonrisa, un beso, una caricia a su mejilla y un abrazo, pero lastimosamente ese día cuando cursaba la preparatoria fue distinto. Llegó emocionado, ya que, había obtenido la calificación más alta de la temporada y, por ende, la preparatoria a la cual asistía en aquellos días lo premiaría con una beca anual a la universidad que quisiera ir, era una muy importante y gran noticia, pero al cruzar el umbral de la puerta toda felicidad se convirtió en horror... aquella noche su madre había decidido colgarse.

Se quedó varios segundos pasmado, pensando en que ya no vería su sonrisa... ella ya no sonreiría jamás.

-"Ma...má... ¡MAMÁ!"

Atinó de inmediato a tomarla en brazos como pudo desde abajo para que la soga no siguiese haciendo presión en su cuello y mientras la sostenía desató el apretado nudo de su cuello y cayó arrodillado con ella en brazos, estaba fría, sus ojos cerrados denotaban cuanto había llorado antes de la atroz decisión, Izuku la miraba mientras sus lágrimas caían sin descanso alguno y mojaban parte del rostro de la mujer, a pesar de ello se veía tan plácida, como si tan solo en ese instante hubiese encontrado el descanso y la paz que siempre necesitó, el pecoso tendió a acariciarle la mejilla, la rodeó entre sus brazos con fuerza mientras lloraba y lanzaba un fuerte grito, la había perdido, había perdido a la mujer más importante en su vida para siempre.

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-Maldición...

Murmuró el pecoso tendido a medida que las lágrimas comenzaban a inundar sus ojos... cada vez que sentía que iba caer rememoraba aquel fatídico día inconscientemente, llevó sus manos a su rostro llorando aún con más intensidad, algo dentro de su pecho dolía, así que se aferró a aquel que ahora hacia sus días más brillantes y felices.