Visité el viejo rincón donde habité tanto tiempo, donde escondí tanto de mí, donde me escondí de Dios, creyendo no ser merecedora de los regalos del cielo, la verdad no esperaba dinero, ni cambiarme de pais, ni tener un closet lleno de ropa, mi necesidad era gigante, esa penuria estaba en mi corazón.
En ese rincón pude observar que allí habitó mis delgadas esperanzas, el ambiente era tan desgastado ¡que obvio era el desorden que había en mi! Analicé el por que viví tanto tiempo aquí, es solo, frio y deprimente, por un momento tomé esto como mi habitación, tenía algunos de mis vestidos favoritos, pero estaban distinto, no puedo creer que vestía con algo tan diminuto. Recordé la primera noche que entré en este sitio, lo observaba tan cálido, tan cobarde fui en mis tiempos de debilidad, pero entendí que, a veces tenía que bajar al pozo y inspeccionar mis carencias para cuando conociera lo que es vivir en abundancia, recordara lo cuan pesado es este ambiente, y lo bien que se ve sin mi allí adentro. Ver mis caídas juntos a heridas ya sanadas.
Reflexioné desde el pozo, desde la escasez de mi corazón. Me arropé en tinieblas y hallé luz.
ESTÁS LEYENDO
El diario de una inconstante.
SpiritualSiempre llega ese momento donde deja de llover dentro de ti, deja de ser una tormenta, dejas de ser una esclava de temores, dejas liberar tu mente, porque entiendes que el destino no cambia, los caminos... Seguirán siendo caminos, con sus maravillos...