Florencia
— ¡Dios Celine! — Dijo al verla con un gran moretón morado en la mejilla — ¡¿Ese condenado hombre te golpeó?! ¡Dime algo o llamaré a la policía! —
Celine soltó una fuerte carcajada, incluso hasta se tomó del estómago para dejar de reír.
— ¿Creés que ese hombre me golpeó? — Dijo en burla — No puede ni tocarme un mechón de cabello o morirá —
Florencia se paso las manos por el cabello y tomó a su hermana de brazo para alejarla de la multitud de la fiesta, incluso de la mirada molesta de su madre que las ve a los lejos.
— Bueno, pues esa tonta respuesta no explica tu mejilla morada, ni siquiera con maquillaje se podrá ocultar algo así, mamá estará furiosa al verte
— ¡Me caí! ¿Esta bien? — contestó rápidamente Celine, pero cuando esta brigada nada puede pararla, así que Florencia caminó fuertemente con London aferranfose a su cabello.
— Si claro, esa es la excusa más usada del mundo, inventate una mejor y no seas tonta —
Celine la fulminó con la mirada mientras niega con la cabeza.
— De verdad me caí de las escaleras, dios, te estoy diciendo la verdad, fue bastante doloroso, pero supongo que épico, rode por los escalones como una bola de carne y grité como un perro atropellado — Su hermana señaló el golpe en su mejilla — Él golpe que vez aquí es porque mi mejilla se golpeó en el último escalón —
Florencia se pasó las manos por el cabello, nada puede arruinar la fiesta de sus hijas y menos la prevenida de ese hombre que habla animadamente con William, como si fueran viejos amigos.
— ¡¿Entonces porqué ese hombre está aquí en mi casa?! —
— Hicimos un trato que nos beneficia a los dos — Celine tomo una coca de vino y dio un mordisco al panecillo mientras Darcy esta con su papá — Él necesita que el abuelo de la niña crea que la cuida perfectamente, las dos sabemos que eso no es verdad, pero si hago eso él me pagará una mensualidad y me dejará a Darcy para siempre, dinero que no nos vendrá mal a Chucky y a mi — Celine la besó en la mejilla completamente divertida, como si ese golpe no le doliera — Hermana en estos tiempo difíciles hay que buscar dinero, otras venden el trasero, yo cuido bebés —
Florencia tomó una gran respiración, dejó a London sobre el banco de la cocina y se emocionó cuando William dejó el cochecito de sus trillizos junto a ella.
— Puedes denunciarlo y de todos modos obtendrías dinero —
— Si, pero si hago eso también está la posibilidad de que no me dejen a Darcy, esa bebé y no no compartiremos ningún lazo sanguíneo — Esa rubia soltó un suspiró y besó las mejillas de sus sobrinos más pequeños — Servicios infantiles la pondrá con su familiar más cercano, su padre tiene mierda en el cerebro, su madre está muerta, él único más cercano es su abuelo materno y déjame decirte que todos los miembros de la realeza están locos, claro, menos mi fantasía sexual andante, él rey ¿Sabes qué me mojó pensando en el todas las noches? —
Florencia rodó los ojos y le dio un dulce a London, esa paleta roja que su hija esperaba con su boquita abierta, pensaba regañar a su hermana por ponerle los ojos encima a un hombre prohibido, pero Paris se abrazó a sus piernas buscando consuelo a esa felicidad que no puede estar en su pequeño ser.
— ¡Mama quiero hacer pipí!—
Florencia miró a todos lados, las mamás no dejan de preguntarle cosas a William, Mila llora desde el cochecito y también siente como Paris no deja de moverse con el rostro llenó de sufrimiento.
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La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]
RomanceFlorencia Bellerose sigue la tradición familiar con su tienda de perfumes en París. Le encanta su vida y tiene todo lo que necesita, su viejo ático, sus perfumes y una cena romántica junto a su novia mirando la Torre Eiffel, esa es su vida perfecta...