𝐒𝐡𝐨𝐨𝐭 𝐎𝐮𝐭 | 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐚 𝐗 (+𝟏𝟖)

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Como habíamos hablado, teníamos pensado ir a la farmacia. Ambos ya nos vestimos, por ello, bajamos al salón. Jooheon cogió las llaves de casa y del coche, aparte se aseguró de que llevaba la cartera.

-Jooheon: ¿Vamos?

-____: Sí, sí.

Jooheon abrió la puerta. No dimos ni un paso adelante al ver quién había ahí afuera. Apoyados en nuestro coche, estaban los mismos dos tipos de antes. Uno llevaba un bate de béisbol, o sea que quería que jugásemos en su equipo o qué.

-Jooheon: ____, quédate atrás... —me empujó suavemente para hacerme retroceder.

Madre de Dios, ¿en serio se iba a volver a liar?

—Hola, Jooheon —habló el tipo alto que tenía el bate —. Qué tal, cómo estás.

—Yo bien —respondió Joohie —. Voy a hacer unos recados con mi mujer. ¿Te apartas o cómo lo hacemos?

Este chico rió sutilmente de forma malévola. Claro estaba que no se iban a ir como si nada.

—¿Cómo lo hacemos? Pues mira... —habló el otro tipo —Hay dos opciones. La primera es que te partimos la cara a ti y a tu mujercita, nos llevamos vuestra cartera y vuestro coche y, por qué no, a ella también nos la llevamos. Esa sería la opción preferible.

—Ajam... —asintió Jooheon haciéndose el interesado.

—Y la segunda opción —siguió hablando el mismo tipo —es que os matamos directamente y os quitamos ya de una vez de en medio.

—Aaaah... Vale, vale —se hizo el entendido mi novio —. Y... ¿Está la opción de que vosotros sois los que acabáis muertos?

—No —respondió el mismo hombre —. Me temo que eso no va a pasar.

—Vaaaaya... Bueno pues nada. Vamos a por la primera opción entonces.

—No te conviene vacilar así, ¿sabes? —dijo el hombre del bate.

—Vacilar cómo —siguió vacilando Jooheon, no si al final acabábamos peor por su vacile.

—Más te vale parar porque sino... —este tipo golpeó con el bate el faro trasero del coche, lo cual vi cómo le encabronó a Jooheon de una manera increíble.

—Por qué no me das a mí en vez de al coche, ¿eh? —habló Jooheon, ya notablemente enfadado.

El tipo ni se lo pensó, fue a golpearle directamente a la cabeza. Me llegué a llevar un susto de muerte, pero es que Jooheon fue increíblemente rápido. Se agachó justo, esquivándolo como un puto pro. Al momento, como si estuviéramos viéndolo a cámara lenta, Jooheon golpeó con fuerza su cara, aturdiéndolo un poco. Aprovechó para agarrar el bate y, sujetando también su muñeca, le retorció la mano hacia abajo, haciendo que por dolor y por huevos soltase el bate. Se giró y golpeó con este al otro tipo, dejándolo K.O al instante. Volvió a dirigirse al tío que quedaba de pie. Le metió tal rodillazo en los huevos, qué vamos, le hundió la vida. Entonces a este también le metió con el bate en toda la cara, pero no solo una vez, siguió con rabia hasta dejarle en el suelo. Me dejó boquiabierta, o sea... Verlo con mis propios ojos... No le reconocía.

—¿Quieres vivir? —preguntó Jooheon, preparado con el bate para seguir dándole.

—Por favor, por favor, por favor... —suplicaba, aparentemente arrepentido.

—No os quiero volver a ver aquí. Pero ni en mi casa, ni en mi coche, ni cerca mío ni de mi mujer. Jamás. ¿Me has entendido? —alzó un poco más la voz, siéndole amenazante.