Hannah:
La semana transcurre normal, Penn se ha estado juntando mucho con nosotras y puedo decir que es una más del grupo.
Los chicos la acogieron bien, y puedo ver las miradas que le dedica a mi mejor amigo. Lily estaba un poco celosa al principio ya que siempre fue la única chica que hablaba conmigo, pero luego conoció mejor a la pelinegra y ahora se toleran.
No puedo decir lo mismo de su mellizo, él también ha estado con nosotros por una extraña razón que descubriré tarde o temprano. Desde el día que me acompaño a casa que no pasamos tiempo a solas, y lo agradezco.
Trevor en cambio se ha integrado mejor al grupo, con el que más charla es con Zed, el cual y le compro un celular nuevo a Lily.
Y para mi sorpresa también me regalo una carcasa, yo se lo decía de broma. Es muy bonita y si es personalizada, es una foto que nos hicimos los cuatro hace poco.
Lo único que me ha tenido frustrada es Joshua, esa noche tuvimos un pequeño problema. Cuando le pregunte sobre Verónica todo a nuestro alrededor estallo.
Dijo que no me quería cerca de ella ya que no fue una buena amiga con mamá, que no sabía que sus hijos iban a mí misma escuela ya que ella mintió sobre eso. Le pregunte miles de veces porque no quería que me acercara a ella y termino enojándose conmigo.
Aún recuerdo sus hirientes palabras.
—Quieres dejar el maldito tema de una vez, Hannah —eleva la voz—. No desenterremos el pasado, mira que lo hacemos la única que saldrá perjudicada aquí eres tú.
—Joshua...
—No, Hannah, déjalo estar —su voz es dura y se clava en mi pecho—. ¿O quieres que te recuerde lo desastroso que fue ese año con lujos y detalles? Si lo hago, Verónica seria el mínimo de tus problemas.
—Vete a la mierda —mi voz suena rota—. ¡Y no me vuelvas a hablar en tu puta y miserable vida! —subo a mi habitación dejándolo solo.
Creo que nunca habíamos llegado a ese nivel, al punto en donde sacamos a relucir los errores del otro. Cometí demasiados errores en ese año, pero no tiene que recordármelos de una forma tan… cruel.
Nuestro padre intento que arregláramos las cosas durante las cenas y desayunos, ninguno de los dos quiso hacerlo. Él fue hiriente conmigo sin razón, yo no tengo la culpa.
Hoy por fin es viernes, el día que debo entregar el famoso trabajo y lo más importante el día de la fiesta la cual me servirá para olvidar todo la mierda que mi hermanito me hizo recordar.
Salas de hospital, funeral, cementerio, ropa negra, doctores y psicólogos; todo eso será olvidado hoy con ayuda del alcohol.
—Adiós, papá —beso su mejilla.
—Que te vaya bien, hija.
Miro a mi hermano que esta con la vista fija en su móvil, a pesar de estar peleados nos saludamos y despedimos.
Si hay algo que me enseño la muerte de mamá es que la vida es tan frágil y no debemos desperdiciar el tiempo.
—Adiós, Josh —deposito un beso en su mejilla, dudo unos instantes antes de hablar—. Te perdono y te pido perdón, ambos estábamos un poco alterados.
Sus ojos marrones se iluminan y me da un gran abrazo, correspondo de inmediato. Sus brazos se enredan en mi cintura y me aprieta con fuerza, como si no fuera real.
—Lo lamento mucho…
—Lo sé, no te preocupes —me separo de él.
—Cuídate mucho pequeña —aprieta mi mejilla—. Te quiero.
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Corazón Frío (Pausada)
Novela Juvenil«¿Quién dijo que un corazón frío no podia amar?» Ella tiene el corazón frío como el hielo a modo de protección. Él tiene el corazón roto por traumas familiares, pero lo disimula a la perfección. Ambos luchan a diario con sus propios demonios, por de...