Capítulo 10

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Maratón 2/3

Apolo

Sin duda la mañana había resultado mejor de lo que esperaba. Estuvimos en el gimnasio hasta las tres de la tarde, Daphne se había tenido que ir antes asegurando que no sería el único día que la veríamos por el local, y la verdad me alegraba, no habíamos tenido momentos incomodos, de hecho habíamos hablado como personas normales; algo raro, ya que ella y yo parecía que no sabíamos hablar sin discutir.

Los chicos y yo estábamos en los vestuarios cambiándonos para poder marchar a reunirnos con nuestros padres,  nos habían llamado para que nos reuniéramos con ellos cuanto antes.

—La verdad Apolo estoy sorprendido, joder cabrón si tienes un lado dulce, parece ser que la pequeña pero matona Daphne te saca todo el azúcar.

— ¿te das cuenta de lo mal que ha sonado eso?— pregunto Eros a Mikael, con una sonrisa burlona en su rostro.

Decidí ignorarlos y seguir con lo mío, no iba a dejar que se me jodiera la mañana por sus comentarios estúpidos.

— Siempre supe que esa chica tenia agallas pero no pensé que pateara culos así de fácil.

— Dímelo a mi que fui a quién llamo para preguntar.

Salí del vestuario rápidamente, ya que empezaba a frustrarme, ¿por qué había llamado a Eros?¿por qué tenía su puto número de teléfono? no lo entendía, podría haber llamado a Bastian, él conoce este sitio ya que venía con algunos chicos del equipo hacía unos años. 

No estaba celoso, simplemente estresado, ella me gustaba pero como para un polvo y unos besos nada más, era muy obvio, y se había convertido en mi propósito inicial, conseguir tener a la única chica que se resistía a mis encantos en mi cama. Lo conseguiría a cualquier precio.

(...)

Estábamos sentados los tres en el despacho de mi padre, el cual no estaba solo, el señor McQuoid y el señor McDouglas estaban a cada lado del mismo mirándonos fijamente de manera seria.

— Padre ¿vas a hablar de una puta vez o vamos a esperar a que nos salgan canas?

— Controla tu vocabulario y temperamento a la hora de hablarme Apolo, que seas mi hijo no te libra de mantenerme el respeto.— lo miré fijamente y rodé los ojos, esperando a que empezara a hablar.

— Tenemos una tarea importante para vosotros. Hoy en la madrugada llegará un barco al puerto que procede de Sicilia, ese barco pertenece a Cosa Nostra,  en él viene un cargamento de armas y drogas, vuestra tarea será asaltar el barco y traer el cargamento. Cómo sabéis han mandado hombre aquí para intentar quitarnos nuestro territorio, pero no se lo vamos a permitir, recuperareis ese cargamento y nos lo traeréis.

— No parece muy difícil, hemos hecho tareas más peligrosas que recuperar unas armas y drogas.— puntualizó Eros encogiéndose de hombros, en ese momento su padre suspiró antes de empezar a hablar.

— Cierto, pero esta vez ese barco estará lleno de ex marines italianos que se unieron a ellos, por la información que hemos recibido tienen un nuevo cabecilla asignado a esta zona el cual esta negociando con los rusos y si los rusos aceptan su trato estaremos jodidos. No solo tendréis que traer las armas y la droga si no también la cabeza de ese hijo de puta, una vez que este muerto tardaran en enviar a uno y ese mismo tardara en ganarse la confianza de los rusos por lo que podremos mover ficha antes, pare negociar nosotros con ellos.

—Cada uno iréis con un pelotón de cinco hombre, serán suficientes para la misión, Apolo tu te encargaras del pelotón Omega, Eros del Beta y Mikael del Sigma, ¿todo claro? ¿ Alguna pregunta?— Cuestionó el padre de Mikael expectante a nuestras respuestas, los tres nos miramos y negamos con la cabeza.

Ahora bésame estúpidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora