Capitulo 146

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Lara.

Santiago puso sus manos en mi cuello y me arrastro con el. Yo simplemente hice el esfuerzo para separarme de el, pero ya era tarde.

El beso siguió, Santiago empezó a subirme la camisa. Yo quería separarme pero había algo que no me dejaba.

Quería gritar.

Entonces me caí al piso y desperté de la pesadilla. Estaba respirando agitadamente y no era precisamente por miedo.

Que tonta. Parecía solo un sueño, pero el beso si sucedió.

Recordé la noche anterior cuando le di una cachetada a Santiago y de la borrachera cayo rendido en la cama, como si no estuviera pasando nada.

Solo se quedo ahí roncando. Yo salí de inmediato de esa casa, estaba molesta porque me había permitido hacerme eso.

Yo sola me estaba hundida en ese problema, por buscármelo. Salí al pasillo del apartamento y me di cuenta que Ana todavía no aparecía. No me preocuparía porque de seguro estaba con Jhon.

En ese momento me llego su mensaje y me dijo que estaba en un hotel con Jhon.

De seguro Jhon tampoco quería encontrarse con Santiago ayer cuando llegara.

Me senté en el sofá y toque mis labios. No era la primera vez que Santiago me besaba. La diferencia era, que tal vez este si se sentía diferente.

-Deja de pensar en eso tonta.- me pare a cocinar.

Tenia que tener mi mente ocupada. Hice las llamadas correspondientes del dia domingo. Hable como siempre con mi familia. Llame a Adriana, hable también con Maria.

Luke me escribió un whatsapp preguntándome si estaba lista para los resultados de mañana de las pruebas.

Obviamente no lo estaba. Quería con todas mis fuerzas ser la primera, a veces la vida te podía sorprender de verdad, esperaba que me sorprendiera para bien.

No quise escuchar las estúpidas noticias de farándula de Londres, no me arruinaría la mañana de esa manera.

Baje la basura y volví a subir, entonces vi la llave del ferrari. ME HABIA GANADO UN CARRO AYER.

Y también gane la arreglada de mi moto, no hacia falta mas. Ya ni la mosquita muerta de Blair me importaba.

Tenia que hablar con el inmaduro para avisarle que mañana iríamos a arreglar la moto, pero tenia por primera vez, pena de llamarlo.

Que tonta me estaba comportando en este momento, de seguro no se acordaba del estupido beso.

Lo llame, sonaba ocupado. Lo intente una ultima vez.

Ya no sonaba ocupado. Por primera vez tenia pena.

–Hola.- dije seria.

–Lara.- En seguida me asquee. Santiago sonaba atareado como si estuviera teniendo sexo.

Me moleste, era un sucio. Estaba contestándome la llamada mientras tenia sexo.

Le dije que era un sucio, todo cambio cuando su voz se puso seria y me dijo que necesitaba ayuda.

Yo no lo creía, hasta que me dijo que no era un juego. Me dijo que necesitaba que alguien fuera ayudarlo, que me pasaría la dirección.

En el mensaje de la dirección decía que pidiera un uber para que alguien manejara su carro.

Pero que pasaba?

También decía que no era broma de verdad.

Mas le valía.

Yo en seguida me vestí y en seguida baje a esperar el uber. Camine de aquí para allá mientras esperaba en la vigilancia.

Cuando llego el carro, salte de inmediato al puesto de atrás. El viaje se me hizo eterno. Esperaba que no fuera tan grave.

Llegue al callejón y el señor del uber me miro extraño como si fuera una loca por ir a un callejón sola.

Desde la esquina vi el bugatti verde de Santiago. Otra mas de la colección, supuse.

Me acerque, santiago estaba recostado entre los asientos. Tenia moretones en toda la cara.

Toque el vidrio. El no despertaba. Me asuste, toque aun mas duro. Hasta que se levanto, me observo, primero con miedo y después se iluminaron sus ojos azules.

Como si fuera visto un ángel. 

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora