rememorar una y otra vez lo que sucedió ayer es como una película que difícilmente olvido, el sabor de tu boca, la sensación de tus caricias, la manera como simplemente emprendemos juntos un camino desbocado a una cascada de placer que solo sentimos cuando estamos juntos.
En esta ultima ducha me estoy dando cuenta que entre nosotros aun hay mucho carbón para quemar. Ya no se abren heridas, pero la mente y el corazón se pusieron de acuerdo para tantear el terreno y ver que pasaba contigo, me atreví por primera vez a preguntarte si después de mi hubo alguien, tu respuesta si que me sorprendió en gran medida, me dijiste que no. Esto dio pie para decirte sin aventurarme tanto que me gustaría darme una nueva oportunidad contigo, independientemente de lo que ha pasado, te dije que no te quito que se que eres un buen hombre a pesar de las circunstancias y solo eso. Tu respuesta lejos de sorprenderme, me pareció sensata, meditada y honesta. Decirme que estar conmigo en un plano serio lejos de hacernos bien, me resultaría lastimando mas, es lo mas honesto para los dos, decir que no te sientes preparado para asumir una relación seria.
Tu y yo no estamos preparados para asumir una relación seria. Tus motivos me son desconocidos aun pero los mios hasta hoy no los conoces, bien, te explico, tengo miedo a volver a lastimarme, tengo una vida en este momento alterada e inestable, mi carrera es y sigue siendo prioridad por encima de todo el mundo ( y eso incluye a la persona con quien decida compartir mi vida), estoy confundida contigo (lo que me bloquea a aventurarme con alguien), y tengo que saber que pasará conmigo terminada la carrera.
Te agradezco de corazón tú honestidad, aunque me bloqueé el pensamiento y aunque me deje lejos de certezas con más dudas aún. La única certeza que tengo hoy es que no me es desconocido tú gusto físico por mi, es más que obvio que te gusto.
Tal vez si soy menos terca y te espero un poco pueda suceder, pero es un incierto, vamos a seguir cruzando con gente y tengo miedo a que en algún momento el teléfono ya no suene, en ese momento más inesperado con el mensaje de volvernos a encontrar.
Es obvio que me gustas, tanto en el físico como en el pensamiento. Ya asumo que del corazón eres una cicatriz muy visible y que eres la segunda persona que si me pidiera una oportunidad de ser feliz no la pensaría tanto. Me cuesta olvidarte, me entrego a ti en cuerpo y alma cada que estamos juntos, te das cuenta, me preocupa todo lo que te pasa y el día que necesites de mi, correría dónde quiera que estes. Eso solo me lleva a una conclusión más dolorosa y difícil, querido Búho, te quiero, es loco querer como yo te quiero a ti, pero a estás alturas no me importa. Seguiré esperando hasta que algún día te quiera como un amigo o quizás te ame como la persona de tu vida. Solo tengo la alegría de pensarte en esta soledad que experimento y en el silencio de mi corazón, entre las sistoles y diastoles que irriga mi corazón a todo mi cuerpo.
Solo pido tu permiso para quererte en silencio y que nadie lo sepa, porque tú sabes ser mi amante y ese pretendiente que va y viene y al que le doy el privilegio de sacarme la ropa y desnudarme el alma al mismo tiempo. Esperaré el día que vuelvas aparecer y me dejes arder con tus caricias, que me quites las ganas, que me hagas el amor y me dejes nublar la mente entre tu cama.
Si, sigo siendo tuya en la cama y también en el pensamiento.
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cartas que no llegaron a su destinatario
Randomestas son las cartas que nunca llegan a ningun sitio, que he coleccionado a medida que me van rompiendo el corazon y se oscurece la vida