La lluvia no paraba y parecía que no pensaba hacerlo.
Su mirada se mantenía en la ventana esperando a ver la silueta de su marido llegar.
Se supone que Bucky, el mayor de ambos, llegaría hoy de su misión/viaje pero con la tormenta que estaba predicha por tal vez los siguientes dos días veía su llegada un poco retrasada.
El llanto de su pequeño le hizo moverse e ir en su auxilio.—Ya, pequeño... Calma— decía con dulzura y delicadeza mientras lo tomaba en brazos. Estaba seguro que uno de los relámpagos de afuera había interrumpido su sueño. —Tranquilo, papi está aquí...—
Lo pegó a su pecho, comenzando a tartararear aquella canción que Sarah solía cantarle a él cuando era niño, sonrió con nostalgia ante tal recuerdo.
Bajó cuidadosamente las escaleras de la casa, con el objetivo se llegar a la sala donde se encontraba su otro hijo viendo la televisión.
Dejó al pequeño Jamie de 4 años sentado sobre el sofá bajo el cuidado de su hermano mayor Magnus y se dirigió a la cocina para preparar la cena.Su camino fue interrumpido por el sonido del timbre, asustándolo y haciéndolo saltar un poco. Pensó en simplemente ignorarlo pero la insistencia de la persona que se encontraba afuera le hizo cambiar su rumbo hacia la entrada principal, donde encontró a un muchacho uniformado militarmente.
—Buenas noches, lamento molestar tan tarde, Señor Barnes— Habló el soldado, Sam Wilson, buen amigo de la familia Rogers-Barnes. Un hombre con actitud peculiarmente bromista, por lo que tanto formalismo y seriedad le alertaba de no traer nada bueno.
—No te preocupes, Sam, y sabes que puedes llamarme Steve... ¿Podría saber el motivo de esta visita? Debe ser realmente importante si no fuiste corriendo a molestar a Jamie apenas llegaste— habló tratando de parecer tranquilo.
—Steve...
—¿Sabes cuándo llegará Buck? Incluso tu estás aquí con esta tormenta, supongo que no tardará ¿cierto? Los niños están emocionados por verle, incluso Magnus, aunque diga que...
—Steve— volvió a decir su nombre con mas firmeza al ver al mayor perder la compostura —No me hagas esto mas difícil. Me gustaría estar aquí por algo mas que esto, esto es difícil para todos...
El alma se le fue al ver como un chico le entregaba a Sam un uniforme militar y unas placas de identificación, ambos objetos muy conocidos para él.
—Sam, dime por favor que esta es otra de sus bromas de mal gusto...— su voz se quebró al ver como el moreno bajaba la cabeza negando.
—Desearía que fuese así— respondió con pesar volviendo a levantar la cabeza, esta vez con muy pequeñas lágrimas en los ojos.
—Lamento entregarle malas noticias, Señor Barnes— Tomó una bocanada de aire, ni él aún digería tal noticia.—La Secretaría del Ejército lamenta informarle que su esposo, el Sargento James Buchanan's Barnes, fue reportado como muerto en combate hoy a las 720 horas. Tiene el mas sentido pésame de parte de todo el escuadrón y directiva al mando.— Dijo tendiendo el uniforme y las placas hacia Steve para que este las tomara.
— Y el apoyo de un compañero y amigo.— añadió
—Sé que cuento contigo y con los demás, realmente lo agradezco— Dijo Steve tomando Los objetos e intentó sonreír al menos un poco pero le fue imposible, sentía un dolor y un vacío inmenso en su pecho.—Te apoyaremos en todo. Solo te pido, por favor Steve, no hag-
—Gracias por notificarme, Teniente Wilson— Le interrumpió —Ahora si me permite, debo volver con mis hijos.— Dijo sin mirarlo a la cara cerrando la puerta sin dejar que el muchacho le respondiera.
Sabía que Sam había omitido varios detalles, y lo agradecía. Odiaría saber como murió su marido, Detestaría imaginar su dolor.
En esos momentos lo mas importante para él era cómo iba a decirle a sus hijos, quienes esperaban ansiosos ver a James entrar por la puerta, que su padre no iba a volver jamás.