☠︎︎Pretty Savage | WayV-Hendery |☠︎︎

prєttч | σnє

Ptt: Para todas aquellas personas incomprendidas.
La pendeja que escribió esto :)

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El mismo pupitre, la misma cara de aburrimiento de la misma profesora en el mismo salón de detención; donde prácticamente pasaba las horas en las que no me apetecía aburrirme en clase.

—Señorita Fang Smith, ya estaba tardando. —exclamó mientras jugaba con su bolígrafo sobre la hoja blanca que reposaba en su escritorio apuntando mi nombre otra vez.

Seguramente ya estaba harta de escribir las mismas letras una y otra vez

—Ya sabes que hacer. —habló centrándose otra vez a sus cosas, mientras tanto yo tomaba asiento en mi lugar habitual.

Saqué mis auriculares junto con el móvil y el manhwa que ya había leído más de la mitad, puse una playlist aleatoria para empezar a leer con tranquilidad.

Prefería mil veces estar leyendo algo interesante en detención que escuchar las aburridas especulaciones sobre la mente del ser humano que profería a gritos el profesor de filosofía.

Las historietas BL son la mejor opción.

Concuerdo.

Tener que repetir el mismo curso en otra ciudad es agotador.

Concuerdo.

Había pasado ya media hora desde que me senté en este pupitre y ya estaba acabando el libro cuando la sombra que tapó la luz que me alumbraba las páginas hizo que levantara la vista de inmediato un poco molesta, encontrándome con la mirada cansada de la profesora Lee, me deshice de uno de los auriculares para escuchar lo que quería decirme.

—Debes irte. —espetó, la miré con el ceño fruncido puesto que aún faltaba 30 minutos para completar mi hora de castigo.

Notando mi confusión, ella decidió explicarse mejor.

—Tengo que irme a cubrir a otra profesora y no puedes quedarte aquí sola, así que debes ir a clases.

Al escuchar aquello mis ánimos cayeron al suelo, esto es injusto, ¿por que la vida se empeñaba en hacerme sufrir?

¿Acaso cometí un crimen en mi vida pasada para que no me dejen disfrutar de un buen manhwa en esta?

La reina del drama.

Suspiré resignada.

Recogí mis cosas en menos de un minuto y salí de aquel lugar para dirigirme hacia mi "bendita" clase, me sorprendió encontrar la puerta abierta y que estuviesen todos los alumnos alborotados y charlando despreocupadamente.

No era lo habitual, aunque era lógico, pensé, al darme cuenta de que estaban solos.

Como el profesor estaba ausente, ¿porque? no tengo ni idea de cual fue la razón, pero aproveché eso y el hecho de que mis compañeros se encontraban distraídos para dirigirme a mi lugar pasando desapercibida a toda costa.

Es mejor así.

Pero por supuesto que todo iba demasiado bien como para ser real, y como ya he dicho antes a la vida le gusta joderme la existencia.

No me fue posible cumplir con mi estúpida misión, y tenía que ponerse en mi camino la persona más "amigable" del mundo a interrumpirme.

—No deberías estar aquí, desperdicio social. Tu lugar es en detención. —exclamó la rubia riendo junto a sus otras cuatro amigas.

Siempre el mismo grupito.

Desde que llegué.

Y todas huecas al igual que ella.