El orgullo lo llevo a ser el mercenario, monstruo lleno de poder que alguna vez fue, pero, una luz de un recuerdo lo hizo ver su error. Vegeta sabe que no podra vencer a Majin Boo, así que decide hacer un sacrificio por su familia.
Pero, en otro lad...
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Desde que conozco a Goku siempre se ha caracterizado por su sonrisa, y por esa manera de ver las cosas con esperanza. Pero hoy, hoy era diferente, Goku había muerto y había vuelto para el torneo de las artes marciales. Todo se complicó, Vegeta... Él traiciono lo que habíamos hecho, nuevamente se convirtió en el hombre que conocí en Namek, pero sabia que solo había hecho eso por orgullo, él sabia que yo los reviviría... Tal vez haya sido una idea que me haya creado en mi retorcida cabeza, pero, eso lo creía.
Goku nos observaba serio, muy serio, se notaba que algo malo había pasado. Puse la calma ante todo, debía ser fuerte fuera lo que fuera, aún tenia la sensación en mi pecho de hace unas horas y en mi cabeza solo había una pregunta, mi familia, Vegeta y Trunks, ¿donde estaban? No me pude resistir, se lo pregunte a Goku.
Krilin tembló atrás suyo, pude ver como Picolo cerraba sus ojos con fuerza, como si recordará algo. Me mantuve firme.
— De cualquier forma tendríamos que decirles esto, pongan atención, — Mi pecho dolió, pero lo vi fijamente, — Goten y Trunks se encuentran sanos y salvos, — En silencio deje salir el aire acumulado en mis pulmones, mi pequeño estaba a salvo. Aún había algo más, lo sabia, — Pero... Gohan y Vegeta han muerto. — El frío que me recorrió me deje paralizada por completo, la sorpresa me obligo a soltar un quejido de sorpresa... Mi respiración se agito, trate de mantenerme firme, en estos momentos yo debería ser fuerte... Yo debería ser lo...
— Así es, Majin Boo los asesino. — Ese maldito monstruo, ese bastardo...
Pude escuchar a Videl murmurar algo, y mis ojos vieron como Milk se desvaneció, pero, yo también estaba sufriendo. Mis ojos se llenaron de lágrimas, miles de recuerdos llegaron a mi mente, momentos que nadie sabia y que solamente éramos testigos él y yo. El recuerdo de su mirada, de sus caricias, del tiempo que vivimos... Juntos... Quejidos salieron de mi boca, me estaba consumiendo el dolor, — Vegeta... — Él no podría volver, él no volvería, ya había muerto una vez y ya no estaba. Dios, ¿por qué? ¡hace unas horas estábamos juntos! ¡hace unas horas me había prometido ganar el torneo!
No lo soporte, un grito salio de mis labios, — ¿Por qué? ¿por qué? — sentí mi garganta desgarrarse, pero el dolor en mi pecho era peor, los manos de Yamcha tomaron mis hombros, pero ahora no me importaba. Lo había perdido, lo había perdido para siempre, él único hombre que realmente amé, él único que creo un universo solo para mi.
— Bulma, tranquilizate, por favor, — Ese era Yamcha, — No te pongas así, Bulma. — Me valía un carajo en ese momento lo que pensaran de mi, no me importaba. Quejidos de dolor mezclados de lágrimas y un llanto me llenaron.
Caí de rodillas, solo quería que Yamcha me soltara, no quería tenerlo cerca, quiero a Vegeta, quiero a mi esposo. Niego moviéndome de un lado a otro, lo había perdido todo, lo había perdido. Ni siquiera pude despedirme, creí que estaríamos juntos... No lo soporte, mis manos tocaron el suelo, las lágrimas caían directamente en ese lugar. Trate de respirar, pero me dolía el pecho, nunca imagine que él volvería a morir... En el avión, en ese momento que sentí que algo estaba mal con Vegeta, era porqué estaba muriendo, él estaba muriendo... ¿habrá sufrido mucho? Mis manos temblaron, no podía detener lo que siento.
