Había una vez un vampiro en la ciudad, caminando a la luz de la luna con un corazón congelado y una guitarra en mano deambulando junto a su amiga soledad que le traía viejos recuerdos en donde la inmortalidad y el amor no se mezclan, el añoro a un viejo amor de nada sirve
Sin más que pensar comienza a tocar viejas melodías regresando le más recuerdos para sentirse vivo, pues el tiempo paso y ahora ya no se vive en grandes castillos o cabañas junto al bosque ahora el tiempo cambio y grandes edificios hicieron un ambiente frío. Frío como un corazón que ya no late por nadie, ahora el amor ya no se muestra en canciones o cartas escritas con el corazón, ahora la gente se alegra con un simple halagó pero son seres fríos como sus viviendasAl caminar junto a ellos ya no resaltó entre los demás, ahora todos son pálidos y con sentimientos comprados tal parecen vampiros, solo falta que se alimenten de sangre y tengan inmortalidad para ser vampiro
Antes de que caiga el sol sigo tocado lo que recuerdo, mientras revivo mis recuerdos, total la vida actual ya no es para un viejo vampiro que deambula cada noche y con los siglos pisandole los talones, por eso una ciudad no es para inmortales con recuerdos cursis.