If That Was You [Sunmi x ChungHa]

Un viejo conocido

El llanto incansable de Sooyoung era lo último que Chungha necesitaba en su vida. 

Dos semanas habían transcurrido desde su llegada y, lejos de los problemas con su padre, sus horribles horarios con su trabajo de medio tiempo y la terrible coincidencia de trabajar en un café cercano al trabajo de Sunmi, Chungha no tenía espacio para ella, un lugar donde estar tranquila, reír, llorar, bailar o siquiera dónde ver televisión tranquila. Y no, Chungha no odiaba a Sooyoung, la bebé era un amor y muy linda. La del problema era ella y su poca paciencia, o tal vez era el estrés de estar junto a la mujer que hizo sus días de escuela una molestia, que su padre la atormentara día tras día, estar lejos de su madre, tal vez ese era el problema. 

—¿Chungha? Te dejo el desayuno en la mesa, no tardes mucho. 

Aquella voz, Sunmi sacó de su mente a Chungha, quien estaba casi lista para salir. La mujer nunca irrumpía en su habitación, siempre llamaba a la puerta o le enviaba un mensaje de texto. Si, ambas se tenían registradas en sus móviles pues Sunmi solía llegar tarde del trabajo y Chungha hacía de niñera por media o una hora, además fue una perfecta excusa por parte de la mayor para tener cercanía con su compañera. 

—¿Ah? Si, gracias. 

Murmuró la joven con la mirada perdida, desde que era pequeña siempre sintió que algo le faltaba en la vida, ignorando el divorcio de sus padres, ella sentía que alguien faltaba en su vida. Cuando se mudó a Seúl con su madre y conoció a Sunmi, ese sentimiento de soledad abandonaba su cuerpo, por ello quería a toda costa ser amiga de la mayor, pero obviamente la actitud horrible de Sunmi hacia ella logró alejarla por completo. Sin embargo ese día en particular, se sentía más que perdida, triste sin razón alguna, incluso a duras penas salió de la cama ya que tenía que ir a clases y después a su trabajo de medio tiempo, el cual fue muy fácil de conseguir, uno de sus profesores la recomendó ya que él era hermano del dueño de una cafetería muy popular. No era mucho, pero ganaba para su alquiler de cuarto. 

Pero Chungha no era la única que se sentía igual. A pesar que Sunmi era muy consciente de lo que pasaba en su vida, su larga vida, siempre estaba ese día en especial, el cual no podía recordar pero le generaba un vacío enorme en el corazón. Tal vez no lograba recordar del todo a las personas de su pasado. 

Sin quererlo, ambas mujeres se quedaron absortas en sus pensamientos, Chungha no se movía y Sunmi solo la observaba curiosa. —¿Te sientes bien? —cuestionó la mayor. 

Chungha tardó en responder. —Si, si, solo, olvidalo es raro de explicar. ¿No estás llegando tarde a la cita de Sooyoung?

—¡Sooyoung! 

Y como si hubiesen activado un chip de madre sobreprotectora, Sunmi salió corriendo en dirección a su hija, la había dejado sentada en su pequeño espacio de juegos en el centro de la sala. 

—¿Qué clase de madre se olvida de su hija? 

Murmuró Chungha en tono de burla mientras seguía a la mayor pero con pasos más calmados. 

—¡No te burles! Solo fue un momento.

El alma de Sunmi había regresado a ella, si, lo aceptaba, se había distraído mucho con Chungha que olvidó a su hija por segundos. 

—Si, si.

Comentó Chungha caminando hacia la cocina. 

—Espero te guste, no sabía que preparar, así que...

—Pensé que solías preparar platillos coreanos —mencionó la joven al ver un par de tostadas, mantequilla y café en la mesa esperando por ella. —O al menos algo que realmente sea nutritivo.