Capitulo 147

23 5 1
                                    


Santiago.

Lara apareció ante al espejo, acudió a mi llamado de auxilio. De la persona que menos esperaba.

Le di las llaves del carro para que manejara al lugar mas cerca donde me pudieran atender mis moretones. Mientras le iba explicando la situación, sentía que se me saldría el corazón por la manera que manejaba.

O mejor dicho, corria.

−Lara esto no es una competencia, harás que nos matemos.- dije serio mientras me sostenía de las manillas de la puerta.

−Ay cállate, ya casi haces que te maten tu solo, con otra experiencia cercana a la muerte no creo que te asustes.- Le dije.- Así que te metiste con una mujer casada y no te arrepientes?.- pregunto.

No me arrepentía. Santiago Ricorteri nunca se arrepentiría de tener buen sexo.

−No, para nada me arrepiento. Solo fue una pequeña falla, no saber que estaba casada.- Lara se rió.

−Ah claro.- piso mas el acelerador.

De verdad nos quería matar.

El doctor que vio mis heridas, digo que estaba todo bien y nada estaba roto. Me hizo un vendaje y me dijo que tenia que andar con cuidado en unos dias se me quitarían los moretones.

No me había visto en un espejo y tampoco queria hacerlo.

−Me veo muy mal?.- le pregunte a Lara cuando termino de hablar con el doctor.

−Solo un poco, igual te lo merecías. Vamos a casa, que ya me has fastidiado mucho por hoy.- me dijo.

Camino en la casa.

Lara estaba en silencio pensando.

−Inmaduro.- dijo para romper el silencio.

−Dime patito.- la mire, no me percate que tenia aun la parte de debajo de la pijama y un gran suéter arriba. Con unos zapatos deportivos y el cabello agarrado en una cebolla.

−Mañana vamos a arreglar mi moto.- dijo seria.

Hoy no tenia cabeza para pensar en nada de eso, pero Lara se las ingeniaba para recordármelo.

−Como quieras.- dije.

El silencio del viaje no fue incomodo. Solo cada uno estaba pensando.

Lara ayudo a bajarme del carro y a entrar en la casa. Y a mi mente vino muchos recuerdos... de la noche anterior.

Con Lara.

LARA HABÍA SIDO LA QUE ME TRAJO A LA CASA.

−Tu me trajiste anoche?.- pregunte mientras subíamos las escaleras. Me costaba caminar.

−Puede ser.- Lara respondió sin tantos ánimos de hablar sobre eso.

Llegamos a mi cuarto.

−Cambien me trajiste a mi cuarto anoche de esta manera. Creo que lo recuerdo.- mire la cama.

Pero quede en shock a recordar algo que ni en un millón de años fuera pasado por la cabeza.

BESE A LARA.

Entonces la mire un momento y ella estaba mirando la cama al igual que yo.

−Dime por favor, que anoche no paso nada entre nosotros.- me senté despacio en la cama.

Lara solo siguió observándome. Como si estuviera buscando algo que responder.

−Quieres que te diga la verdad o te mienta?.- pero que tipo de respuesta era esa.

−QUE ME DIGAS LA VERDAD... NO, sabes que. Mejor no, no quiero saber. Tenia que estar muy tomado anoche para haberme metido contigo.-

La mirada de Lara cambio.

−Pues si, pero eso no decías anoche cuando tuvimos sexo.- mis ojos se abrieron de par en par.

No podía ser... que locura cometí.

−Eso es mentira, cuando desperté no vi ningún preservativo cerca.

−Lo hicimos sin preservativo inma.- Yo me quería morir.

−COMO QUE LO HICIMOS SIN PRESERVATIVO? ME ESTAS MINTIENDO LARA.- Grite.

Y comencé a tener un dolor de cabeza fuerte y ya me dolían las costillas.

−Cálmate. Tienes que descansar, después hablaremos de ese asunto idiota.- Lara me sostuvo mientras me recostaba poco a poco en la cama.

−Voy a llamar a alguien para que se quede contigo. Yo no puedo quedarme aquí haciendo de niñera otra vez.- Entonces Lara salio del cuarto.

Yo solo pase mi mano otra vez por la cama, buscando tal vez, alguna evidencia de lo que de verdad había sucedido ayer.

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora