The Story

Déjame contarte una historia...
Es algo corta y un poco aburrida...
Pero el final es algo inesperado...

24 de noviembre, 2018
Ciudad de México

Narrador omnisciente.

Era una noche fría, un joven de cabello rizado se encontraba en su coche esperando a su pareja afuera de su hogar, si así se podría llamar a un lugar donde nadie te acepta tal  y como eres, porque si, la familia Bondoni gress rechazo a uno de sus hijos por su orientación sexual, lo mismo paso con la familia Osorio Marcos.

Tocaron la puerta del coche, Emilio quitó el seguro de la puerta para que el menor pudiera entrar.

El rizado sonrió al verlo aún lado de el, sería los últimos momentos que pasarían juntos, por lo menos en este mundo, porque a pesar de todo ellos siempre estarían juntos.

El rizado tomo la mano de el menor y lo miro — seguro que quieres hacerlo? No lo mereces joa... tu tienes que vivir muchísimo tiempo más, tienes que cumplir tus sueños y demostrarles a todos quién es Joaquín Bondoni — dijo el rizado, el quería hacerlo, pero no quería que su novio lo hiciera, el quería verlo con vida.

— si Emilio, no se que haría si no estás conmigo, quiero hacerlo junto a ti, no tendría nada aquí, mi familia me detesta, no hay algún motivo para seguir aquí — el menor sonrió, depósito un beso en los labios de el rizado, y el también sonrió.

El rizado apretó la mano de el menor y encendió el coche, manejo por unos minutos hasta llegar a un edificio abandonado, era bastante alto como para quitarle la vida a una persona...

Los dos bajaron y se tomaron de las manos, subieron 5 pisos, 7 pisos, 10 pisos, 15 pisos, 18 pisos.

Llegaron a el piso 20, el último piso, Ninguno de los dos sentía sus pies, subieron tantos pisos, pero en ese momento no les importaba nada, despues de el infierno que vivían día a día con sus familias, nada les dolía, lo único que les importaba era que en algunos minutos ese último piso sería su salvación, sería su pase para volver a ser felices, para estar juntos siempre sin que nadie los vuelva a rechazar por quienes son, a un lugar donde solo encuentras paz y felicidad.

Las piernas de ambos temblaban, estaban adoloridas, caminaron despacio hasta llegar a el borde de aquel piso, faltaban algunos minutos para un nuevo día, en el cual ya no estarían; el rizado tomo ambas manos de Joaquín y lo miro.

— gracias por llegar a mi vida, gracias por permitirme ser parte de ella —sonrío — gracias por estar siempre conmigo, gracias Joaquín, muchas gracias —.

El menor soltó unas lágrimas, no miraba al rizado, miraba la cuidad desde donde se encontraba, no creía que estuviera apunto de hacerlo, pero era lo mejor no? .

El rizado saco su movil y miro la hora 11:55 P.M. y eso significaba que era hora.

Camino hacia el borde del edificio y subió, miro a Joaco — no lo hagas — le dijo llorando, estaba apunto de hacerlo.

El menor nego y tomo la mano de el rizado, pensó que lo detendría pero no, el menor subió junto con el, le dedicó una sonrisa.

— te amo Emilio Marcos.

—y yo a ti Joaquín Bondoni.

Ambos chicos se unieron en un dulce beso, faltaban menos de 5 minutos para dar pasó a el 25 de noviembre, el cumpleaños de emilio se acercaba cada vez más rápido, pero para ese entonces, el ya no estaría en la tierra.