Adrien

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Los rayos de sol logran atravesar la ventana de la habitación, impactando sobre tu rostro y al despertar la ves recostada en tu pecho, como cada mañana; durmiendo aún plácidamente y te preguntas si ella será consciente de la preciosa vista que logra darte cada día; de lo hermosa que es mientras concilia el sueño.
Como cada amanecer desde que estas junto a ella te dedicas a observarla como si fuera lo más preciado que este mundo te haya podido dar, sin embargo hoy sería la última vez en que verías a tu novia de esta manera.

¿Por qué?

Y es que a partir de mañana ella sería tu esposa, tras varios maravillosos años de relación, Marinette por fin sería oficialmente la señora Agreste. La emoción que sentías era demasiado grande, el saber que en tan solo unas horas contraerías nupcias con el amor de tu vida te hacía el hombre más feliz del mundo.

Sin embargo, a pesar de toda esa felicidad que podías haber generado, había algo que te tenía inquieto, lo sabias muy bien, pero te negabas a aceptarlo, o eso pretendías.

— Prr-rincesa — le susurras con tu clásico juego de palabras felino

La ves removerse entre las sabanas hasta que por fin sus párpados despiertan y ves ese azul tan hermoso que tiene por zafiros , ese que te trae completamente loco.

— Buenos días gatito — saluda ella con esa melodiosa voz que te encanta mientras se talla los ojos con ambas manos — ¿Dormiste bien? — pregunta

La observas y te sientes tan estúpido al recordar que en el pasado la consideraste solo una amiga.

Aparte de ciego, Idiota.

Muy bien si es al lado de ti my lady — y no te resistes y le das un pequeño beso en los labios — dime ¿Cómo es que eres tan perfecta?, te ves tan hermosa hasta en por las mañanas

Su rostro toma un pequeño rubor junto a una pequeña sonrisa ante tal comentario de mi parte, y es que a pesar de haber pasado ya varios años juntos ella seguía siendo la misma adolescente tímida que solía ser en la juventud.

— Lo dices solo porque me amas — dice aún con su sonrisa — me avergüenza que digas eso a pesar de estar fatal— y hace ese puchero que tanto me fascina

— Yo solo digo la verdad mi cielo— la tomo de los hombros y la acerco a mi rostro con delicadeza—estas preciosa, en cada momento—ella solo vuelve a sonreír — y lo estarás aún más cuando te vea dentro de una horas en ese hermoso vestido de novia que tanto te has esforzado en ocultarme mi amor— su rostro rápidamente cambió a una expresión que me cuesta descifrar.

— Claro, la boda— afirmo mientras mostraba una sonrisa melancólica

Trato de no demostrar el dolor que me causo su reacción , después de todo no era la primera vez que se mostraba así al tratar el tema— ¿Acaso lo había olvidado mi princesa? — digo con una voz infantil mientras le cojo las mejillas — ¿Acaso mi princesa olvido que hoy se casa con el hombre más guapo de todo Paris? — y ella solo comenzaba a reír ante mi actitud.

Es tan hermosa

Por supuesto que no mi gatito

—Mas te vale— respondí aun con mi actitud de niño— porque de ser así — dije mientras la acorralaba en una esquina de la cama— este gatito iba a... — el sonido del celular de ella interrumpió mi pervertida amenaza

— Dame un momento ¿si mi amor? — se libera de mi sin esperar respuesta yendo hacia la pequeña mesita de noche que se encuentra a un lado de nuestro lecho de amor para así cogerlo y contestar—¿Alya? —la escucho responder- descuida desperté hace ya un buen rato — claramente se podía escuchar a la novia de mi mejor amigo protestando desde el otro lado del teléfono.

AHORA NO SOY YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora