Lara.
No sabia si sentirme bien porque Santiago no tenia ninguna atracción por mi y nunca lo haría o sentirme mal por el desaire. Como si yo fuera un trozo de basura.
Igual no era un sentimiento que me afectara. Me senté en el mueble de la gran sala y busque ayuda de un amigo en común de Santiago y yo.
El único que se me ocurría era Luke, porque Jhon ni siquiera quería mirar a Santiago en pintura y menos de esta manera.
Llame a Luke, pero no contesto. Le deje un mensaje en donde decía que necesitaba su ayuda.
Subí otra vez al cuarto de Santiago, ya no estaba en la cama. Me asuste y comencé a llamar.
Me asome por el pasillo donde se encontraban los demás cuartos.
-Santiago.- llame.
−Dime.- pegue un salto del susto cuando apareció en su cuarto de una puerta, que suponia que era el baño de la habitación.
−Casi me matas de un susto.- dije pero me quede impactada a ver a Santiago con una toalla amarrada a la cintura y su torso todo mojado.
Fui subiendo la vista y tenia su cabello mojado y los moretones de la cara se veían mas limpio.
Olía a gel de baño. Santiago podía ser fácilmente un Dios griego y el lo sabia.
−Ahora me harás un show nudista? Porque créeme que ya vi todo eso.- dije mientras desviaba la vista para no seguirlo mirando.
Santiago elevo una ceja.
−Creo que la que quieres que yo haga un show nudista es otra.- Entonces se quito la toalla quedando desnudo.
−SANTIAGO QUE HACES.- de inmediato voltee.
−Se supone que ya como tuvimos sexo, miraste todo esto ayer.- quería que la tierra me tragara.
Sentía mis pómulos calientes, estaba roja. Ya estaba entrando en su juego, no lo permitiría.
Así que me devolví a mirarlo.
−Claro, por cierto. Ayer al principio no hubo nada. Tenias... como decirte..mmm. Lo tenias como dormido.- Esta me las iba a pagar.
−Como así Lara? Explícate mejor.- quería tirarme al piso a reír.
Lo próximo que diría seria un golpe en el orgullo masculino de Santiago.
−Sabes, disfuncion eréctil. No puedo creer que sufras de eso tan joven.
−Mentira.
−No hay nada que unas pastillas no arreglen. También pudo haber sido efecto de todo el alcohol que había en tu sistema.-
Santiago se vistió, vi sus moretones en la espalda. Dejo su pecho descubierto. Tenia que cambiarse el vendaje.
−Necesito ayuda Lara.- Dijo mientras se quitaba el vendaje de viejo y ponía unas nuevas vendas en la cama.
Yo asentí como la cabeza.
Me puse detrás de el.
−Todavía nadie me contesta para quedarse contigo, así que seremos tu y yo por un rato mas.- Respondí mientras daba la vuelta a su abdomen con la vendas.
Roce su espalda y entonces su piel se erizo. Tenia respuesta a mi contacto.
Desvié en seguida los pensamientos de ese estilo de mi cabeza.
El carraspeo y en seguida se alejo de mi.
−Me puedo quedar solo.- Santiago lo dijo con nostalgia.
−Eso es lo que quieres? Me puedo ir...-
−No, mejor quédate.- Inmaduro dijo de una vez.
−Esta bien, ahora te toca la medicina.
Otra vez haciendo de niñera, debería hasta pagarme.
Le puse la pastilla en su mano. Y con cuidado se la tomo.
Se recostó en su cama y cerro los ojos. Yo me senté en un sofá cerca de su cama.
El silencio se hizo largo y pensé que estaba dormido. Mientras yo revisaba mi teléfono y una que otra vez volteaba a ver si seguía con los ojos cerrados.
−Lara.- acaso había estado todo este tiempo despierto pero con los ojos cerrados?
−Que paso Santiago?.
−Segura no utilizamos protección ayer?.- sabia que esto lo estaba comiendo, pude oír el pánico en su voz.
Quería desmentir lo ocurrido ayer, pero quería tenerlo un poco asustado y sufriendo por un rato mas.
−No. Además tranquilo, puedo criar a un hijo sola, no seria la primera madre soltera en este mundo.- El se paro de golpe.
Respire profundo para no reírme, tenia que continuar un rato mas con la mentira. Esto me estaba divirtiendo demasiado.
−No juegues así LARA.
Mi teléfono comenzó a sonar y yo me pare de inmediato, era Luke. Salí al pasillo y conteste.
−Lara cuéntame.
Entonces le explique toda la situación. Luke y Santiago no se hablaban ni se trataban desde hace días, estaban peleados.
Pero se lo rogué tanto y no lo pensó mucho, antes de decir que vendría pronto.
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Aléjate o déjate llevar
Novela JuvenilLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...