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Llegó de la universidad agotado. Fue un día difícil.

3 examenes y una exposición el mismo día.

Por suerte no tiene más tareas por el momento.

Se recostó en su cama y se permitió cerrar sus ojos por unos minutos antes de sentir un par de ojos curiosos sobre él.

Por un segundo creyó que se trataba de uno de los fantasmas, pero no fue así.

-Tuviste un día pesado, cielo? - habló Liz mientras daba pequeños mimos en el cabello de su hijo.

-Bastante - asintió sin abrir sus ojos.

-Oh, pobre bebé - bromeó Liz haciendo un puchero mientras seguía minando al chico.

Luke sonrió.

-Venía a decirte que bajaras por un bocadillo, debes tener hambre...

-Si, claro. Ya bajo- sonrió.

Tal como dijo, bajo a la cocina, donde Liz lo esperaba con un plato de sandwiches.

El menor tomó uno y le dio un mordisco, luego comenzó a platicarle a su madre sobre cómo había sido su día.

Mientras relataba los acontecimientos de hoy a su madre recordó que no había pasado mucho tiempo junto a los fantasmas.

Inconscientemente recordó lo que había pasado hace unos días con Michael. Por ende también sus palabras de ánimo.

-Oye mamá - llamó el ojiazul - de casualidad no sabes qué hice con mis esmaltes de uñas?

-Insististe en deshacerte de ellos, pero los guardé. Por qué preguntas, cielo?- respondió Liz.

Por qué lo está preguntando?

No está seguro.

Sólo sabe que recordó aquella noche, cuando Michael lo encontró maquillandose y ahora está preguntándole a su mamá qué pasó con sus esmaltes de uñas.

-Solo... Por curiosidad - se limitó a responder.

Liz sonrió.

Será posible? Hace años que su hijo había dejado de pintarse las uñas y se maquillaba muy pocas veces, casi nunca podía verlo usando maquillaje porque solía quitárselo en seguida.

Liz sabía que a él le gustaba mucho hacer aquellas cosas y lo respetaba. Es su hijo después de todo, no dejaría de amarlo sólo por eso. A ella le entristeció que dejara de hacerlo sólo por miedo a lo que pudiesen decir los demás.

Jamás le dijo nada a su hijo porque sabía que se sentiría muy avergonzado. Pero, ella luchó mucho por hacer justicia hacia su hijo.

Aunque no tuvo mucho éxito.

A su hijo le dieron una paliza por ser diferente, por no querer seguir los estereotipos de la gente. Y qué le hicieron a los chicos que lo golpearon?

Simplemente los enviaron una semana a detensión. No los expulsaron, no los suspendieron, ni siquiera le dijeron nada a los padres de aquellos chicos.

Liz siempre se ha culpado por ello, pero nunca ha dicho nada.

Por eso le emociona que Luke le pregunte por los esmaltes de uñas.

-Los guardé en mi armario, si quieres los busco. Creo que aún sirven algunos- La mujer se encogió de hombros intentando no demostrar entusiasmo.

Sin embargo, Luke pudo notarlo.

Vamos, es su madre. Cómo no iba a notar el entusiasmo que emanaba de ella desde que aquella pregunta salió de sus labios?

-Si, claro - respondió el ojiazul ahora más seguro que antes.

GHOST (Muke AU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora