*Todas las imágenes presentadas aquí no me pertenecen, todos los créditos a su respectivo autor*
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Emoción, calidez, alegría, afecto... amor no había sentimiento mas cálido que albergara dentro de su joven corazón que el amor, una tierna sonrisa adornaba su rostro constantemente desbordándose por su rostro en todo momento, cuando conversaba, corría, e incluso cuando dormía, no había nada que irrumpiera sus más hermosas fantasías. Fantasías que secretamente había ocultado para si misma por mucho tiempo, ya que no había un rostro para aquel caballero que la acompañaba en sueños, hermosos sueños donde se tomaban de las manos y caminaban por el campo empapados de risas y abrazos.
Pero ahora ese joven tenia rostro, nombre y apellido. Naruto Du Motier Marqués de La Fayette Senju.
-¿Pero qué le pasa a esta niña? -cuestionaba su padre al verla tan alegre y distraída, su madre por su parte solo miraba con ilusión a su hija, creía que al fin había aceptado a uno de los jóvenes que la pretendían, grande fue su desilusión al saber que no se trataba de ninguno que ella conociera.
En los siguientes días Hinata comenzó a trabajar con el señor Choza quien era uno de los mejores panaderos, tenía las mejores referencias por ser quien entregaba panecillos al castillo de la princesa Shión. Con ese pretexto Hinata tenia la oportunidad de caminar por las calles más emblemáticas e importantes haciendo entregas a los recintos de la alta burguesía, con un solo pretexto, encontrarse de nuevo con el.
Y lo había logrado, pero solo podía mirarlo de lejos pues no tenia valor suficiente para acercarse, las pocas veces que lo había intentado, habían terminado muy mal. Las mas reciente había sido hace dos días y fue una de las más vergonzosas de su vida. Lo había visto caminar al lado de su subordinado cerca de la tienda de Temari, llenándose de coraje camino hacia el con canasta en mano sin ver a aun labrador retriever que corría hacia su dirección, cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde, cayo al suelo con fuerza, no tardo en ser rodeada de numerosos canes que intentaban comerse lo que contenía su canasta. La vergüenza y la tristeza la inundo por lo que no pudo evitar que sus ojos se empañaran de lagrimas que comenzaban a correr por sus aperlados ojos. Temblorosa se incorporo ante las risas que quienes caminaban por la calle haciendo crecer su humillación a un nivel superior.
—Soy tan torpe y el debe de pensar lo mismo —dijo para si misma pensando como unos hermosos ojos azules debían estar mirándola con burla, no se atrevió a levantar el rostro hacia su dirección para corroborarlo.
Un cálido abrazo la hizo respingar, sintiendo como su corazón comenzaba a galopar con fuerza.
Otra vez... vienen en mi ayuda.
Levemente levanto la mirada, no quiso admitir pero la desilusión fue grande al notar que la persona que la sostenía no era quien creía. Temari le sonreía con ternura mientras la metía a su tienda, al avanzar no pudo evitar voltear hacia atrás donde su amado debía estar, pero ya no se encontraba ahí.
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Suspiro en la soledad
AléatoireSolo quería enamorarse profundamente y ser correspondida, vivir ese gran sentimiento como sus padres quienes desde muy jóvenes se conocieron en los campos de su villa, sin nadie que se interpusiera en sus sentimientos para formar una familia, eso e...