﹙♡﹚

911 88 80
                                    

—Deja de retorcerte tanto, nos van a descubrir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Deja de retorcerte tanto, nos van a descubrir.

El tono calmado en la manera de susurrar de su novio hacía su vello erizar.

Había llegado a la conclusión de que definitivamente las salidas con Hwang Hyunjin eran realmente peligrosas, sobretodo en situaciones tan expuestas como esa. Conocía las temerarias costumbres libinidosas de su hyung hacía un tiempo, poco después de que empezaran a salir como una pareja oficial. Sin embargo hasta entonces, no había aprendido la lección.

Y no creía poder aprenderla totalmente.

Aún recordaba lo tímido y gentil que era Hyunjin con él previamente a su noviazgo. El pelinegro le había escrito una carta declarándose, bueno, varias, pero en la última le pidió comenzar una relación, y claro, él aceptó, ya que a él también le gustaba su hyung hace rato.

Cuando sus miradas se cruzaban en el instituto durante los cambios de clase, Hyunjin siempre la apartaba avergonzado después de haber estado observándolo embobado.
Él se daba cuenta, pero no le molestaba, al contrario, se sentía estimado, le agradaba.

Además, las cartas eran decoradas con un bonito tono pastel e incluso algunas estaban levemente perfumadas con un dócil olor caramelo.

Ese era el nivel de dulzura del Hwang Hyunjin de aquel entonces.
Sí, ese aspecto en él no había desaparecido, pero descubrió un nuevo lado suyo; poseía tendencias absolutamente lascivas, además de precipitadas.
Hyunjin decía que era porque amaba la adrenalina de poder ser sorprendidos en el acto.
Y, se sentía un tanto avergonzado, pero lo cierto es que a él también lo encendía en el momento.
En un principio trataba de evitar llegar a una situación así pero su novio lo manipulaba demasiado bien y sin saber cómo ya estaba de nuevo envuelto en las mañas del mayor.
Justo como en ese instante.

Habían ido a la biblioteca en principio para sacar unos libros que el menor necesitaba para estudiar.
Pero cómo no, Hyunjin aprovechó para volver a hacer de las suyas.
Y Jeongin terminó enredado otra vez.

El pasillo donde se encontraban estaba despejado, así que no debían preocuparse demasiado por el momento. Sabían que si los pillaban estarían metidos en un buen lío, pero como se mencionó anteriormente, precisamente eso los excitaba.

La mano del más alto agarraba los glúteos del castaño amasándolos, primero sobre los pantalones y poco después guiándola bajo estos mismos.

Tiró un poco del elástico de los bóxers ajenos, a lo que Jeongin dejó escapar un suspiro.

El más bajo dio un saltito al recibir una para nada delicada nalgada, enseguida sintiendo la mano de Hwang colarse dentro de su ropa interior y apretar sus nalgas con descaro.
Seguro al llegar a casa y mirarse en el espejo vería las rojizas marcas que las palmas de Hyunjin habrían causado sobre su lechosa piel. Sonrió mentalmente al pensar en ello.

❝ Fingering ❞ || HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora