Cuatro.

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Me encontraba montando en la bicicleta, pedaleando a un ritmo lento para no hacer correr a Harry. Al final el joven había insistido en pagar la bicicleta. Decía que era un préstamo, que algún día le tendría que dar algo a cambio

Pero no pensaba en eso en aquel momento. Sólo pensaba en mi bicicleta, completamente negra excepto por el sillín, marrón oscuro. Al día siguiente la llevaría a la universidad y se la enseñaría a mis… ah. Casi me olvidaba. Ya no tenía amigas.

El castaño debió notar algo extraño en mi expresión, pues rápidamente trató de entablar conversación conmigo.

-Entonces… eres de España, ¿no?

-Sí - contesté- Estoy estudiando ingeniería química gracias a una beca.

-Guau. Ingeniería química. Suena difícil.

-¿Y tú? Aparte de cantar, ¿estudias algo?

-No. Me dedico en cuerpo y alma a mi carrera musical. ¿Y tú? ¿Haces algo más?

-Trabajo en un bar los fines de semana. Con lo que me gano pago el alquiler del piso.

-¿Hay algo que no sepas hacer?

Mi expresión se tornó seria. Sí. No sabía hacer felices a los que me rodeaban. El ojiverde me volvió a mirar. 

-Oye -dijo él de pronto-, ¿qué te parece si te das una vuelta en tu nueva bicicleta mientras yo ayudo a los chicos a terminar con la pintura?

-Está bien -le contesté dedicándole una sonrisa. 

 ***

Cuando entré a mi casa me quedé en la puerta, paralizada. No podía entrar a mi hogar. Me sentía incapaz. Mis manos agarraban fuertemente el manillar de mi flamante bicicleta, que parecía ser lo único que me impedía caer al suelo.

Los chicos se pusieron delante mía, tratando de impedir que viera el interior de mi apartamento. Pero era demasiado tarde. Había visto más que suficiente.

Habían pintado hasta la mitad de la segunda pared con una pintura cuyo color era idéntico al de los ojos del chico que estaba arrodillado en medio de su salón, con una fotografía en la mano. Una fotografía que la noche anterior había guardado debajo del colchón de mi cama, y que había quedado irreconocible. Una fotografía que en ese momento estaba manchada de pintura. Pintura verde esmeralda.

Harry

Le propiné un puñetazo a la pared de la escalera con rabia, haciendo que mis amigos me miraran, sorprendidos.

Comencé a descender escalón a escalón, rápidamente, hasta llegar al portal, abrir la puerta de un brusco tirón, y respirar aire fresco.

-Lo siento tío. Lo hice sin querer... -dijo Louis poniendo una de sus manos en mi hombro- Movimos el colchón para pintar sin estropearlo, y no nos dimos cuenta de que la fotografía estaba debajo de él. Haciendo el tonto lancé una brocha llena de pintura hacia el somier de la cama y…

-No importa. No es culpa vuestra. Y además, tampoco tiene tanta importancia. La conocimos ayer. Es una completa desconocida. No me importa lo que piense.

Sabía que ninguno de mis amigos me creía. Yo tampoco lo hacía.

 

***

Estaba tumbado boca arriba en mi cama. Me había mantenido todo lo firme que me había sudo posible frente a mis amigos, pero ya no podía más. Las lágrimas se escapaban de mis ojos para caer por mis sienes y enredarse con mi pelo.

Los sollozos que había contenido en el camino de la casa de Emma a la mía ahora explotaban en mi pecho, sin ser detenidos. Sin nada que pueda detenerlos.

Cuando cerraba los ojos veía su cara. Sus ojos me miraban con decepción y su labio inferior temblaba. Se había acercado lentamente a mí, me había arrebatado la fotografía de las manos suavemente y la había mirado con una profunda expresión de tristeza.

Me había cogido del brazo y me había empujado hasta la puerta de su casa con un movimiento tan suave que, de no ser porque veía su mano rodeando mi brazo, habría pensado que nadie me estaba tocando.

Y ahora estaba allí, tumbado en mi cama, como un completo idiota, sin poder hacer nada. Había conseguido su número de teléfono, pero no había valido para nada. Cuando la chica me preguntó que quién era y yo le contesté que Harry, la joven colgó el teléfono. Y pude imaginarme que lo hacía lenta y suavemente. De la misma forma en la que me había sacado de su casa.

Irresistible {Harry Styles}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora