Realidades o fantasías

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Había pasado ya un mes desde que me enteré que estaba embarazada. Yo calculaba tener casi dos meses de embarazo lo cual me ponía nerviosa. Quería llevar a termino el embarazo pero no sabía en realidad qué estaba en juego con respecto a mi salud.

Aún no podía decirle nada a Aang y mientras mas tiempo pasaba en la isla, mas debía ocultar las ganas que tenia de comer papaya o vomitar por las mañanas, él sabría que algo andaba mal y yo no iba a poder resistir la presión.

Tarok por su lado se había mantenido en lo suyo, yo como siempre vigilaba de vez en cuando lo que sucedía y él aprovechaba para saludarme, casi como un acto secreto, pero en realidad no le veía nada de malo, un saludo cordial no le hacía daño a nadie.

Bumi y Kya disfrutaban de la compañía de Tarok, muchas veces él jugaba con ellos después de los entrenamientos de Bumi.

 Por otro lado, Aang entrenaba y educaba a Tenzin y yo había comenzado a enseñarle técnicas básicas de curación a Kya.

-Mami puedes conseguirme acuarelas? - preguntó Kya.

-Acuarelas?... Claro hija pero, por qué? -

-Es que Tarok me va a enseñar a pintar - contestó.

-Qué? En serio? -

-Sí! no es genial? Le mostré unos dibujos que hice y me dijo que era muy buena y que podía enseñarme más! así que lo primero que haremos es aprender a pintar en acuarela.-

-Woow, eso es genial - contesté, en realidad me parecía genial. Kya siempre había sido una niña artística, de espíritu libre, hacía dibujos preciosos. A mí me hubiera encantado poder enseñarle pero en realidad no sabía, Aang sí pero él no tenía tiempo para eso. 

El hecho de que Tarok lo hubiera notado y quisiera enseñarle me parecía adorable.

Una tarde mientras entrenaba con Kya, sentí una fuerte jaqueca, tuve que decirle pararamos. 

El dolor era ensordecedor. Yo tomaba mi cabeza con ambas manos mientras caminaba por el pasillo intentando no perder el equilibrio.

Me dirigía a la habitación cuando me encontré con Tarok quiene había tomado un descanso de su entrenamiento con Bumi. Verlo en ese pasillo me causo algo de extrañeza ya que él en realidad no tenía nada que hacer por ahí pero en ese momento tener una respuesta era lo menos que me preocupaba.

-Katara estás bien? - me dijo sosteniéndome del brazo.

-Si gracias... solo necesito ir a recostarme un segundo, me duele mucho la cabeza. Puedes por favor hacer un entrenamiento... básico con los chicos? Solo para que los cuides un poco mientras me recupero - Aang había salido en un viaje de un par de días con Tenzin así que él no estaba cerca.

-Claro que sí pero por favor déjame acompañarte - yo solo asentí y él me acompaño hasta la habitación, para entonces el dolor era casi cegador. 

Entramos y me ayudó a recostarme, cerro las ventanas y apagó las luces, yo me quedé dormida en cuanto todo se apagó.

Comencé a tener en realidad un sueño hermoso, Aang estaba ahí conmigo, nos imaginé desde pequeños, todos los momentos mágicos que habíamos tenido, sentía mi corazón latir fuerte pero era por la emoción del recuerdo. Tuve imágenes del día que bailamos en esa cueva en la nación del fuego, Aang era excelente bailarín y habíamos bailado igual de increíble el día de nuestra boda, recordé los besos, incontables besos, cada uno de ellos único, la primera vez que lo hicimos, lo nerviosos que estábamos como si nunca antes nos hubiéramos tocado o deseado. Entonces la imagen se volvió mas auténtica, estaba ahora en mi cama, al lado de mí, desnudo y sonriéndome, su cuerpo estaba muy cerca del mío, la sensación era tan real.

Estiró su mano, tocando mi rostro suavemente, mi cuello, mi hombro, llegando hasta mi cadera. La sensación era tan presente, pero por alguna razón, su mano no se sentía familiar. Yo seguía soñándolo justo en frente de mí, de repente se acercó más y entonces el olor fue todavía mas extraño, parecido al del mar, nada similar al de Aang. Aang olía a paz y serenidad, y siempre a incienso. Ese olor extraño me hizo parpadear y por una milésima de segundo en ese sueño, vi el rostro de Tarok. 

Solté un gemido, la imagen me puso incómoda y comencé a desear abrir los ojos pero los pareados me pesaban, no podía abrirlos, comencé a desesperarme, ya no quería dormir y después de seguir luchando contra ese sueño pude abrirlos. La habitación estaba a oscuras... evidentemente estaba sola.

-Tarok?... Tarok?...- guarde unos segundos el silencio y no escuché ninguna respuesta.

-Fue solo un sueño - pensé, y me metí en la bañera.

El dolor había disminuido, ahora solo era un ligero dolor de cabeza. Salí y vi a los chicos entrenando tal como le había dicho a Tarok. Después de eso él se despidió y se fue rumbo a Ciudad República. Yo me sentí un poco avergonzada al verlo, hace unos minutos podría haber jurado que había estado metido en mi habitación, en mi cama.

Definitivamente eso era algo que no podía ser cierto y que no sucedería jamás. Sin embargo, el tacto, el olor, su rostro. Todo había sido y se había sentido extremadamente real.

Él había estado con mis hijos, pero en realidad no lo ví salir de la habitación, simplemente me recosté y quedé subidamente dormida.

¿Qué era lo que estaba pasando? Era en realidad un sueño, una confusión de mi mente? O había algo más?

No quise detenerme demasiado a pensarlo, el dolor de cabeza se sentía mas presente cada que intentaba forzarme a recordar la sensación para saber si sí era real o no. Así que preferí ignorar mis pensamientos, había cosas mas importantes en que pensar. 





Katara es la mejor mamá

¿Qué opinan? que creen que pasará?? No puedo esperar a que la historia termine pero al mismo tiempo no quiero :(

¿Qué opinan? que creen que pasará?? No puedo esperar a que la historia termine pero al mismo tiempo no quiero :(

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Amores imperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora