Tal vez en otra vida

Te habías casado ya...

Tenías un hijo ya...

Yo no era tu vida más...

Después de mucho tiempo juntos, después de planes juntos, después de las promesas hechas, se te hizo fácil irte con la mejor opción, dejándome a mí sin opciones...

Recuerdo el momento...

Era el momento más importante de tu vida. Recibías el nombramiento de líder de la rama secundaria. Serías el nuevo jefe de tu rama. Y yo feliz por ti esperaba ansiosa, en la última de las filas de aquél recinto. Tu antiguo equipo había sido invitado. Y yo estaba totalmente feliz de que al fin recibieras el mayor de los honores.

Yo que en ese entonces te daba todo, yo que en aquél entonces te había entregado todo, esperaba con ansias que llegaras conmigo, quería abrazarte, besarte y decirte lo feliz que era por tu nuevo nombre.

Siendo pareja por más de un año, estando juntos incontables veces, entregándote cada centímetro de mí ser, con planes de bodas ya hechos, y de pronto todo se fue al diablo...

-¿Quieres decir algunas palabras Neji?

-Sí, quiero hacer un anuncio a todos los presentes.- tu cara estaba seria y de pronto me miraste.- Quisiera que Hitomi-sama pase al frente por favor.- dijiste seriamente, yo no entendía nada de lo que sucedía. La chica antes citada, la cual era parte de tu clan, se levantó de su asiento y se dirigió a donde tu estabas. Había un gran sonrojo en su rostro, y sus ojos brillaban al mirarte.

-No puede ser...- susurré, Lee me tomó fuertemente de la mano y me dedicó una sonrisa triste.

-Quiero hacer anuncio de mi compromiso con Hitomi-san. Ella y yo nos casaremos dentro de dos semanas...- al decir esto me miraste fijamente, sin emociones, y de pronto la miraste a ella quien te sonrió y se besaron dulcemente.

La gente presente comenzó a aplaudir. Y yo como la tonta que soy fingí que no sentía nada, fingí que nada me pasaba, Lee no soltaba mi mano, pero logré liberarla y con una sonrisa orgullosa en mi rostro aplaudí, por ti, por mí, por ella...

Salimos del lugar, Lee fue a dejarme a mi casa, pequeña, sin lujos, y solitaria, pero mi casa. Cuando llegamos me sonrió por milésima vez en la noche y me dijo

-¿Estarás bien?

-Claro.- fingí sonreír, y claro, sin que él le creyera.- No debes preocuparte, estaré bien.

-Eso espero, de todas formas, pasaré mañana por ti para ir a entrenar ¿Está bien?

-De acuerdo.- dije con la misma sonrisa que antes.- Que tengas buena noche mi buen amigo.- dije comenzando a cerrar la puerta

-Recuerda que no debes dejar que tu llama de la juventud se apague Tenten.- Me dijo con su sonrisa común, una pequeña risa verdadera salió de mí, me había hecho sentir mejor en cierta forma.

-Claro que no amigo. Hasta mañana

Dicho esto cerré la puerta y al escuchar que él estaba lo suficientemente lejos me dejé caer, y dejé correr el dolor que me embargaba al ver como la persona que amaba me había traicionado de semejante forma, prácticamente me arrastré a mi cuarto, no sabía cuánto tiempo había pasado llorando, pero debía descansar, la vida sigue y al día siguiente tenía que entrenar con Lee.

Lo sorprendente fue encontrar a Neji Hyuga en mi habitación, parado al lado de mi ventana esperando con los brazos cruzados a que yo llegara. No le tomé importancia. Abrí mi closet, tomé la pijama que estaba dentro y me dirigí al baño, ignorándolo por completo, cosa que sabía, sin duda alguna, era algo que molestaba más que nada a Neji Hyuga.