Capitulo 11.

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Todo pasó demasiado rapido.

Edward haciendo a un lado a Liza para intentar atacar a Jane.

Jane mencionando aquella palabra.

Edward gritando.

Alec deteniendo a Bella quien intento correr hacia Edward.

Elizabeth maldiciendo a la rubia.

-¡No, por favor!¡No lo lastimen!.- gritaba Bella asustada.

Liza intentó llegar al vampiro quien seguía retorciendose de dolor, pero ahora sobre el suelo, Alice estaba junto a él intentando calmarlo. Demetri la detuvo antes de que diera un paso, pero ella ya no estaba de humor, lo empujó bruscamente con su hombro mandandolo unos metros lejos bajo la mirada sorprendida de Aro y de los otros dos vampiros mayores quienes permanecían sentados en su trono. Sin esperarlo, Félix se acercó a ella y le dobló el brazo hacia atras lastimandola.

Edward echó su cabeza hacia atras dedicandoles una mirada, los ojos de Jane estaban sobre ella ahora, así que fuese lo que haya sido que le hacía a Edward mientras lo miraba, se había detenido.

-Quitale las manos de encima.- espetó Edward mirando a Félix, estaba débil pues aun hacia muecas de dolor. Aquella orden solo logró que el vampiro apretara su agarre sobre la pelirroja, quien soltó un quejido.

-No quiero esperar mas.- musito Aro ansioso.- Pequeña.

Jane le dedico una mirada a su amo, para después mirar con superioridad a Liza, quien le dedicó una mirada aburrida.

-Esto te dolerá un poco.- se burló la rubia.

-Y a ti te dolerá mucho si lo intentas.- advirtió la pelirroja.

Jane sonrió altarena para después concentrar su poder en la pelirroja, quien no se inmutaba en lo absoluto, no despegó su mirada de la de Jane, quien poco a poco iba desvaneciendo su sonrisa. Una carcajada se escuchó por parte de Aro, quien miraba a la pelirroja como si fuera un gran tesoro.

-Fascinante.

Él había notado la fuerza que la pelirroja tenía, por lo que dedujo de inmediato que ella era diferente, moría por saber que ocultaba, pero si el don de su pequeña no había funcionado sobre ella, era obvio que el suyo tampoco, había algo extraño, tanto en ella como en su prima Bella.

-No va a ser necesario en Bella.- susurró mas para él que nadie.

Elizabeth miró a Jane burlona, quien tenía cara de poker.

-Tu poder está sobrevalorado.- se burló.

A Félix no pareció agradarle a aquello, pues apretó su agarre casi haciendo que los huesos de la pelirroja se rompieran. Y entonces ella perdió la cordura.

-No me hagas enfadar.- espetó.

- espetó

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