Mensajes De Texto. ||A.I|| TERMINADA.

Capítulo 2.

Saliendo de la escuela, Michel me invito a tomar un café, lo cual accedí.

─Y entonces me tomó de la mano, y me besó, per...

─Michel... te lo diré sinceramente ella no... no me cae bien. ─Interrumpi.

─Pero, ¿por que? Si es una chica, guapa.

─Pero, te has dado cuenta que ella antes ni siquiera te hablaba, ni te dirigía una mirada.

─Al, pero ahora si me habla y me ve.

─Seguro fue por tu color de cabello ─alborote este─ es muy colorido y le iluminó los ojos, y... pues ya sabes.

─Si, pero ahora creo que le gustó. La invitare a salir.

─Has lo que quieras. Pero si te hace algo, no vengas a lloriquear y hacer lo que haces ¿vale?

Rodé los ojos y mire al frente. Era obvio que lo ayudaría y estaría ahí con el, pero que no diga que no le advertí.

Michel era un buen chico, y no quería que esa lo lastimara, Michel era mi mejor amigo. Desde el preescolar.

Lo conocía muy bien, y se que el es muy sensible. A pesar de su físico, alto, musculoso, y guapo, es muy sensible, recuerdo el día en que le deje de hablar por una semana y cayó en depresión. Suena exagerado pero así es el. Y no quiero que ella le haga algo. Y si eso pasaba, esa zorra le las vería conmigo.

─Mira Al, una tienda de tatuajes ─me miró y alzó las cejas─ Ven, entremos.

Me tomó de la mano y me jalo hacia aquel local. Estaba perdida en mis pensamientos que ni me percaté de hasta donde habíamos llegado.

─Buenas tardes, queremos hacernos un tatuaje, bonito, pero sencillo. Ya sabe, no muy grande.

¡¿Que?!

─Claro. ¿Son novios? Por que si lo son, tengo unos muy hermosos.

Al escuchar eso me sobresalte, me desdice del agarre de Michel, y hable:

─No, No, No somos novios y no me are un tatuaje ─mire a Michel y salí de aquel local.

Como se le ocurre, es un idiota de primera. De pronto sentí una mano en mi hombro haciéndome volverme bruscamente.

Era Michel.

─Oye, hagámoslo, será divertido. Te prometo que será pequeño.

Y aya vamos, puso su carita de perrito abandonado, odio que lo haga por que siempre terminó aceptando. Me cruce de brazos y respondí.

─No.

─Por favor.

─No.

─¿Si?

Pff.

─Esta bien. Pequeño. Sólo uno.

─Gracias.

Salto y lazo un golpe al aire.

Caminamos al local, y la señora que pienso yo, era la encargada de tatuar. Volvió a hablar.

─¿Y bien? Se lo aran.

─Si. Mire, somos mejores amigos, y queremos algo pequeño.

─Tengo algo perfecto.

Nervios. Era mi turno. Habíamos votado por una pequeña ancla, de lado de la mano, cerca de la muñeca.

Dolor, era un dolor terrible la aguja penetrando mi piel depositando la tinta, era terrible.

Cerraba mis ojos apretandolos con toda mi fuerza.

─Vamos, no es para tanto, no duele.

─Es mi primer tatuaje ─lo fulmine con la mirada─ tu tienes a montones.

─Sólo tengo 4, con este 5 ─señaló la parte de lado de su mano─ no duelen.

Claro, es hombre.

─Sólo cierra la boca.

Río y guardo silencio.

Cuando la señora terminó, hizo no se que tanta cosa, Michel pagó los dos tatuajes, y salimos de aquel local.

Caminábamos por el parque con un helado Michel dejo de caminar, tomó mi mano libre con la suya, la levantó y dijo:

─Alice, está será la prueba de que siempre seremos mejores amigos. Siempre.

Oh pero si era cursi...

─Si. Siempre ─sonreí. Y juntos dijimos

─Para siempre...