Sus palabras lograron remover antiguos sentimientos, y acelerar el latir de su corazón, sin embargo, no quería dar su brazo a torcer.
-Aún si creyera tus palabras, que no es el caso- Aclaro -Es tarde ahora, el daño está hecho, y nuestros planes también, en un par de días Lucia y yo viajaremos a San Francisco y después volveremos a Madrid.
De repente las palabras abandonaron su mente al imaginar tal escenario, aquel que no podía hacer nada para evitarlo. No aparto los ojos de aquel café, recordando sin querer los momentos que compartieron juntos.
-Quiero que sepas que nosotros nunca deseamos esto, nos emocionó tanto la idea de que Alex por fin volviera a ser el de antes que nos cegamos- Explicó -Y no estuvo bien.
-No pueden hacer lo que ustedes creen necesario, o correcto, y asegurarlo como su felicidad.
-Tampoco crear miles de burbujas a su alrededor y creer que la proteges cuándo en realidad la estás oprimiendo- Refutó.
-¿Piensas qué la oprimo?
-¿Ahora? Sí.
-¿Cómo puedes decir eso? Ella ha sido herida antes, demasiado, solo busco que esté bien ahora.
-Pero no puedes evitar que sufra, entiende que no es opcional, siempre vamos a salir heridos pero podemos elegir por quién.
-Qué barbaridad, ¿De dónde has sacado esa idea?
-La viví.
-¿Y elegiste a alguien qué te lastimará?
-Así es.
-¿A quién?
-A ti.
Los carros pasaban a su lado, pero no podían prestarle atención a algo más que no fueran sus rostros.
-Nunca fui participe de las historias de amor, sencillamente no llamaban mi atención, pero te conocí- Resoplo Y elegí tenerte en mi vida a pesar de me dolería si te fueras.
-Matt...
-Y lo hiciste, y hasta el día de hoy no logro entender el porqué.
Mariana aparto la mirada, sintiendo como la culpa quedaba atrapada en su garganta, siendo víctima de la incesante mirada del hombre de ojos negros, aquel que se arrepentía de las palabras que acababa de decir.
-Todo esto tiene-
-Lo mejor será que me vaya- Murmuro, cruzando sobre sus talones de manera repentina, sin darle oportunidad a despedirse.
Lo vio alejarse, pasando al lado de la chica que lo acompañaba y caminar lejos de la calle donde se hallaba, con los ojos perdidos en su espalda.
...
-Disculpa la demora, tuve un pequeño retraso en la oficina.
-¿Problema de abogados?
-Casi, de amigos- Contesto con desgano.
Acordaron una pequeña cita en el almuerzo por motivos legales y de trabajo, o eso usaron de excusa.
-¿Recuerdas a Alex y el resto de chico?
-Imposible olvidar a alguien como Alex- Sonrió -¿Por los chicos te refieres a Matt?
-Y Benjamín- Añadió -Carece de sentido, pero Benjamín forma parte de nosotros.
-¿Después de todo lo qué le hizo a Alex, incluso a ti?
-Es un buen chico, muy en el fondo, después de conocerlo por muchos años logras hallar una pizca de amabilidad en él.
ESTÁS LEYENDO
El placer de tus labios.
Romance(Segunda parte del idioma de tus ojos) Años de la noche del baile, tanto Alex cómo Lucia decidieron continuar sus vidas por caminos separados, persiguiendo sus sueños y huyendo de los recuerdos, obligándose a olvidar el amor que compartieron. ¿Pero...