Desde mi punto de vista

Sandra.

Treinta grados en la ciudad, sé nos calienta el culo.
Son las cinco de la tarde y la muerte sé pasea por las calles buscando a su nueva víctima, y la vé pasar a ella, Sandra, despreocupada yendo a su trabajo ¿Será ella su nueva damnificada?.

Sandra es una mucama de hospital. Trabaja doble jornada laboral y aún así, su sueldo es una mierda. De pequeña soñaba con ser doctora.

A la edad de 14 años se embarazó, Sandra era inconciente de todo lo referido a la sexualidad, sus padres nunca hablaban de eso, era tabú.

Venía de una familia pobre, era la segunda hija de Carlos y Maria, pero su primer hermana había muerto, tres meses después de su embarazo. Así que solo quedaba ella y sus padres, con los cuales no se hablaba hace 13 años, ellos la culpaban por la muerte de su hermana.

Los testigos decían que su hermana había recibido un disparo,  porque estaba en el lugar incorrecto, en el momento incorrecto. De todas maneras ella ya había superado esa tragedia.

El padre de su bebe, que tenía 17 años, la obligo a abortar, pues Sandra una niña. El aborto se realizó clandestinamente, y la niña sufrio una lesión que le ocasionó una discapacidad, así se escapo su sueño de ser doctora.

Hoy es una mujer mayor, tiene 27 años y no tiene familia. Aunque sufre de una discapacidad, el dinero no le alcanza y está obligada a trabajar para poder vivir, o mas bien, sobrevivir.

Sandra sigue caminando, no hay nadie por el barrio, el sol le pega fuerte en la frente. Estaba llegando tarde y acelera el paso ¿En realidad está llegando tarde?.

La mujer acelera mas el paso, a tal punto que empieza a correr, parece que hoy es un dia importante en su trabajo, si no no estaría tan apurada. Intenta doblar en la esquina hasta que... ¡PAM! se escucha por su espalda. Parece que otra vez los chicos del barrio se enfrentan.

Suena lejana una sirena de ambulancia, los treinta grados ahora son frios, y el sueño se apodera de Sandra, la cual decide cerrar los ojos lentamente, no sin antes divisar a dos siluetas peleando. Así la muerte se lleva a Sandra, justo como se llevó a su hermana.